Ciudad de México. Integrantes del colectivo #24F Coalición Vida y Libertad Julian Assange se manifestaron en la embajada de Ecuador en México para exigir la libertad del ciberactivista y denunciar que el presidente saliente del país sudamericano, Lenín Moreno, “traicionó la libertad de expresión” al quitarle la protección de asilo y entregarlo la policía británica para un proceso de extradición hacia Estados Unidos.
La protesta se realizó este medio día en el marco de la segunda vuelta electoral en Ecuador y del segundo aniversario de la detención en la embajada ecuatoriana en Londres del fundador de WikiLeaks, quien gozaba de protección diplomática otorgada por el antecesor de Moreno, Rafael Correa.
La activista Edith Cabrera, que forma parte del colectivo, refirió que las acciones de Moreno “atropellaron” los derechos humanos de observancia universal de Assange.
Al retirarle el asilo y permitir su detención, el 11 de abril de 2019, el mandatario ecuatoriano “violó la Constitución de su país, tratados internacionales de derechos humanos y el principio universal de no devolución; provocó que se expusiera a Julian a torturas físicas y psicológicas en una cárcel de máxima seguridad de Reino Unido y entregó sus pertenencias a agencias estadunidenses”.
Cabrera recordó que Assange no cometió ningún delito, sino que sólo reveló crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos, como cuando el 5 de abril de 2010 se publicó en WikiLeaks un video militar clasificado, llamado Ataque Colateral, donde se observa cuando desde un helicóptero fuerzas armadas estadunidenses abren contra varias personas en tierra, asesinado a 12 personas, dos de ellos periodistas, y dejando dos niños gravemente heridos.
“Nadie ha respondido por éste u otros crímenes, pero Julian Assange, que sólo nos mostró la verdad, sigue preso”, enfatizó la activista.
En enero pasado, una jueza británica negó la extradición de Assange a Estados Unidos –donde enfrentaría penas de hasta 175 años de cárcel—, al considerar que el riesgo de un posible suicidio sería elevado; sin embargo, ordenó que siguiera en prisión.
Estados Unidos apeló la decisión y los abogados del ciberactivista de origen australiano ya presentaron las objeciones correspondientes. Se espera que en mayo o junio una corte de Reino Unido decida si procede o no la apelación.
El gobierno estadunidense lo acusa de 18 cargos, entre ellos hackeo de las bases de datos del ejército de su país para tener “información sensible secreta” relacionada con las guerras de Afganistán e Irak y publicarlas en WikiLeaks. Assange ha sostenido que esa información puso al descubierto los abusos de las fuerzas militares de Estados Unidos.
Cabrera afirmó que el fundador de WikiLeaks “sigue muy delicado de salud”, por lo que responsabilizó al Reino Unido de cualquier cosa que le suceda.
Indicó que el parlamentario británico John McDonnell, del Partido Laborista, ha llamado a emprender campañas para su liberación.
“El trabajo de Assange habla por sí mismo, no necesita que lo defendamos, pero sí que sigamos luchando contra esas acusaciones ilegales y que sea liberado”, concluyó.