Ciudad de México. Al recordar el asesinato de Emiliano Zapata, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno hace todo lo que puede para combatir la corrupción y asegurar que el presupuesto llegue a la gente, pero “todavía falta” para cubrir las necesidades de la población.
En una visita a Ayoxuxtla, Puebla, realizada “con mucha discreción por la pandemia y la veda (electoral)”, el mandatario conversó con autoridades de esta comunidad donde Zapata firmó el Plan de Ayala y llamó a otros a apoyar la exigencia de tierra para los campesinos.
En la plática de media hora transmitida en vivo por su canal de YouTube, el Presidente afirmó que no le fallará al pueblo que lo eligió.
“Yo estoy muy comprometido con todo el pueblo de México porque yo llegué a la Presidencia con el apoyo del pueblo. No me apoyaron los grandes caciques, los oligarcas, los que se sentían dueños de México, me apoyó el pueblo.
“Entonces, le tengo que cumplir al pueblo, no le puedo fallar. Estamos haciendo todo lo que podemos para que no haya corrupción y todo el presupuesto le llegue a la gente y se le devuelva al dueño que es el pueblo”, señaló.
Ya hay programas –indicó– para adultos mayores, personas con discapacidad, jóvenes, así como otros para mejorar las escuelas. “En fin, se está trabajando, pero hace falta más”, recalcó.
Acompañado por Román Meyer, secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, el mandatario destacó que llegó al sitio discretamente.
“Vine sin que nadie supiera, ni el gobernador de Puebla; le hablé por teléfono en el camino para decirle ‘te informo que voy a Ayoxuxtla’ porque no quiero que haya ningún acto, tenemos que seguirnos cuidando por la pandemia, pero además, ya estamos en veda electoral y no quiero que se malinterprete”.
Insistió en que era una conmemoración cívica, histórica, y ahí mismo se encontró a dos autoridades locales y a un comunero.
Margarito, presidente auxiliar de Ayoxuxtla, perteneciente al municipio Huehuetlán El Grande, le pidió ayuda porque “estamos muy abandonados”; le informó además que no han recibido ni la primera dosis de la vacuna anti-Covid “y los viejos la necesitan”.
Pablo Santillo Galarza, presidente municipal suplente, intervino en la charla y contó que la brigada llegaría en mayo, según le han dicho, pero López Obrador prometió que tendrían las dosis la semana próxima porque antes del 20 de abril los adultos mayores de todo el país ya deben estar vacunados.
El comunero pidió que le “echara la mano” con máquinas para el campo.
El Presidente se comprometió a estar atento a las necesidades de Ayoxuxtla, zona que conoce bien porque la ha recorrido varias veces, pues “tardé un tiempo haciendo campaña, bastantes años, soy un poco perseverante, dicen que necio, entonces, no dejé de luchar”.
Al final, Margarito hizo una pregunta que arrancó una sonrisa al visitante:
“Oiga, ¿cómo le podemos hacer para independizar al pueblo?”
El mandatario respondió que la solicitud la deben hacer al Congreso local, y aunque no es un asunto sencillo, se debería tomar en cuenta el valor histórico del lugar.
Mencionó que los neoliberales no querían que se ponderara la historia, y menos a los héroes, y con ese afán “cambiaron hasta los contenidos de los libros de texto”, pero con el triunfo de nuestro movimiento, añadió, eso “va pa’trás, ya hay una nueva etapa”.
En el recuento del periodo revolucionario, lamentó la división entre los personajes, al considerar que Francisco I. Madero pudo haber evitado la traición si hubiera contado con el apoyo popular de Zapata.
Más tarde, el Presidente difundió también en sus redes un video del lugar donde comió mole de pancita, también conocido como menudo o mondongo, y confió en que ya vuelva la normalidad, en especial para los pequeños comercios, “que se acabe el contagio, la pandemia”.
Presentó a sus anfitriones, los dueños del restaurante La Lupita, en Izúcar de Matamoros, y mostró la “receta” de esta familia que incluye “dos kilos de abrazos”, mismos que envió el Presidente a la distancia, en la que fue, tal como lo anunció hace algunos días, una gira sin prensa ni invitados, en época de veda electoral.