Los Ángeles. Grupos supremacistas blancos convocaron para este domingo manifestaciones en ciudades de todo Estados Unidos con el eslogan “Las vidas blancas importan”, en alusión al movimiento Las Vidas Negras Importan, abanderado por agrupaciones antirracistas y uno de los más importantes de las décadas recientes.
Los mítines fueron convocados en Facebook y la aplicación de mensajería encriptada Telegram, y tienen previsto comenzar a las 13 horas de cada ciudad. Por lo pronto, hay convocatorias en Nueva York, Fort Worth, Texas, Chicago, entre otras ciudades, y en Albuquerque, Nuevo México, donde también se convocó a contramanifestaciones.
La policía de las urbes designadas está en máxima alerta ante la posibilidad de enfrentamientos entre ambos grupos, como confirmó un portavoz del Departamento de policía de Raleigh, en Carolina del Norte, donde se espera otra manifestación supremacista, informó el semanario Newsweek.
Un vocero policial aseguró a la publicación que en Raleigh y otras ciudades se rastrean posibles convocatorias a marchar de grupos de extrema derecha, mientras autoridades en el estado de Ohio dijeron que se prepara una protesta frente al ayuntamiento de la ciudad de Columbus, donde ya se tiene preparado un contingente antimotines.
No obstante, no hay nada que indique por ahora que las marchas, si es que tienen lugar, serán tan concurridas como la letal Unamos a la Derecha, en la que marcharon miles de neonazis, miembros del Ku Klux Klan, y extremistas de derecha tomaron las calles en Charlottesville, Virginia, en agosto de 2017.
Estas manifestaciones coinciden con el juicio en curso al ex agente de policía Derek Chauvin, acusado del asesinato del ciudadano afrodescendiente George Floyd en Minneapolis el año pasado, durante una detención.
En el sur de California, en Hun-tington Beach y el condado de Orange, los departamentos de policía aseguraron que tienen todo preparado “para asegurar la seguridad pública” ante anuncios del Ku Klux Klan local de que participarán en la movilización, informó la revista Forbes.
Según mensajes enviados por Telegram obtenidos por el periódico local Orange County Register, las movilizaciones de mañana tienen como meta “revivir la conciencia racial blanca y unificar a los blancos contra del odio hacia ellos. Queremos mostrar nuestro apoyo a las víctimas blancas del crimen interracial”.
En Albuquerque se convocó a una protesta “contra el evento de los Proud Boys Las Vidas Blancas Importan”.
En Dakota del Norte circularon volantes de papel y en redes sociales para llamar a la “marcha pacífica” y se invitó a los participantes a llevar cubrebocas u otro tipo de máscara “para garantizar el anonimato”.
El gobierno del presidente Joe Biden es presionado por una legisladora demócrata clave, Elissa Slotkin, para que considere la designación de grupos supremacistas blancos foráneos como terroristas extranjeros sujetos a acciones del gobierno de Estados Unidos.
Si la administración de Biden tomara este paso sin precedente o incluso una designación menos estricta, ayudaría a frenar a las peligrosas organizaciones supremacistas blancas, argumentó Slotkin en una carta al secretario de Estado, Antony Blinken, a la que tuvo acceso Reuters.
En tanto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos retiró una apelación contra el fallo de una corte que determinó que el gobierno federal no puede obligar a dos ciudades en Rhode Island a convertir a su policía local en virtuales agentes federales de migración.
El alcalde de Providence, Jorge Elorza, y la alcaldesa de Central Falls, Maria Rivera, señalaron en una nota de prensa que el Departamento de Justicia abandonó la apelación, presentada por el gobierno del entonces presidente Donald Trump, informó el diario The Providence Journal. El Departamento es dirigido ahora por el secretario de Justicia Merrick Garland, nombrado por Biden.
Las dos ciudades entablaron una demanda en agosto de 2018 luego de que el gobierno de Trump requirió que los beneficiarios del subsidio federal de asistencia a la justicia Edward Byrne Memorial cooperaran con las autoridades en la puesta en marcha de las leyes federales de inmigración.
Ambas localidades se han declarado ciudades santuarios y no piden a sus fuerzas policiales que apliquen las políticas federales de inmigración.