La revista Arte Público, editada por el muralista David Alfaro Siqueiros en los años 50 del siglo pasado vuelve a la luz después de una ausencia de seis décadas y media, ahora en formato digital.
Ya está disponible el primer número de la nueva época de esta publicación que se difunde en el contexto de Distancia crítica, nuevo programa de curaduría virtual del Proyecto Siqueiros: Sala de Arte Público-La Tallera, que da a conocer investigaciones y materiales digitales del Centro de Investigación y Documentación Siqueiros (CIDS), en torno al legado estético, pedagógico y político del pintor. El vínculo es: bit.ly/3qWofiZ.
El número inaugural incluye nueve artículos y ensayos, agrupados en tres temas: la actividad editorial de Siqueiros, lo público y las imágenes en lo público, así como corporalidades, pedagogías y espacios. Reúne trabajos de Gemma Argüello, curadora y investigadora; Natalia de la Rosa, investigadora, docente y curadora; Tania Islas, docente e investigadora; Sebastián Rivera Mir, docente e investigador, y Carlos Segoviano, curador e investigador.
Participan también Mónica Montes, responsable del CIDS; Adriana Melchor, curadora de la Sala de Arte Público Siqueiros; Silverio Orduña, curador de La Tallera, y Willy Kautz, director de Proyecto Siqueiros. Adicionalmente, se publican documentos e imágenes pertenecientes al acervo del CIDS. Christian Gómez es el editor responsable.
Las publicaciones que impulsó David Alfaro Siqueiros fueron (en orden alfabético): Arte Público, Contra-ataque, Documental, Frente a Frente, El Machete, Revista 1945 y 1946, y Vida Americana.
Algunas fueron órganos de difusión de entidades gremiales fundadas y apoyadas por el artista. Otras tuvieron carácter efímero o no se emitieron con una periodicidad establecida. Sin embargo, para él esos medios fueron tribunas, pues formaron parte de sus plataformas para difundir y debatir un ideario estético y político acerca de lo público.
El primer número de Arte Público fue lanzado por Siqueiros en octubre de 1952, con tres propósitos: reafirmar la significación histórica del Movimiento Mexicano de Arte Social; impulsar este movimiento, al que consideraba una etapa más adelantada: la del realismo socialista en México, y transmitir las experiencias de esta manifestación pictórica mexicana a las demás ramas de la creación artística.
Mónica Montes explica en su texto “Arte Público, tribuna de pintores, escultores, grabadores, arquitectos, dibujantes, fotógrafos, camarógrafos y críticos de arte”, que “en su momento la revista contó sólo con dos números, además de un número extra, dos folletos y una hoja volante que circularon entre 1952 y 1956.
“En sus páginas se comentó la creación de Ciudad Universitaria, se abrió la discusión sobre el academicismo de la pintura soviética, el arte de contenido social que se desarrollaba en Francia, Italia, China y Brasil, así como el realismo en la cinematografía y la literatura. También se presentó un proyecto de clasificación de la crítica de arte en México, entre otros muchos temas”.