El desalojo se llevó a cabo a las 2:30 de la madrugada, cuando el elemento de la Policía Auxiliar, Bancaria, Industrial y Comercial (Pabic) encargado de resguardar el inmueble permitió el acceso a las cuatro personas, a quienes entregó las llaves del museo, tras lo cual se fue.
Óscar Aragón, auxiliar de dirección, contó que los desconocidos le pidieron que se retirara; sin embargo, se negó, pues no se identificaron ni presentaron documentos que avalaran la irrupción al inmueble, por lo que lo tomaron de pies y brazos, lo sacaron a la calle y le arrojaron sus pertenencias.
Cecilia Mingüer, directora del MACO, señaló que los trabajadores consideran que este es un agravio más que los Amigos del MACO cometen contra los trabajadores, además de que se cree que se trata de una represalia, debido a que el viernes pasado la Junta de Conciliación y Arbitraje de Oaxaca entregó un citatorio a la asociación.
Cierre y próxima auditoría
Insistió en que las cuentas del museo son claras, que el recurso entregado por la Secretaría de Cultura y Artes de Oaxaca (Seculta) se utilizó para gastos de operación, y aseguró que en el convenio no se establecía ninguna restricción para la utilización del dinero, no obstante y aun cuando se cumplió con requerimientos realizados por la dependencia, así como por las secretarías de Administración y Contraloría, la Seculta se negó a recibir la documentación.
Sin embargo, documentos en poder de La Jornada, fechados el 11 de enero de 2019, establecen en su cláusula primera que el museo acepta la donación de la Seculta de 4 millones de pesos, recurso que se utilizará para “el desarrollo de actividades artísticas y culturales que permitan ofrecer a los oaxaqueños y visitantes actividades de gran calidad”, no para cuestiones operativas.
Por su parte, Amigos del MACO emitió un comunicado en el que anuncian el cierre temporal y que se hará una auditoría interna a fin de conocer la situación del inmueble y del acervo.