La existencia de casi 19 mil menores migrantes no acompañados que fueron detenidos por las autoridades estadunidenses tan sólo en marzo es un tema que debe seguirse con atención, porque Washington no es signatario de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, alertó Alfonso Poiré, asesor de la organización Save The Children México.
Los procedimientos de Estados Unidos en materia de cuidado a la infancia “no necesariamente se ajustan a los criterios de la Convención y pueden suceder las cosas que pasaban en la anterior administración: separan a los niños y niñas de sus familias y ni siquiera se toman la molestia de registrar los casos o la ubicación de sus familiares”, lamentó el experto.
Poiré destacó que aunque no sea firmante de la mencionada Convención, el gobierno de Estados Unidos y cualquier otro está obligado a velar por los derechos de los infantes, sin descartar que algunos de ellos puedan ser “institucionalizados” –o internados en organismos oficiales de cuidado–, siempre y cuando sea en lugares donde se respeten sus garantías.
“No podemos meterlos en espacios de reclusión; estos centros donde se ubiquen deben ser aceptables en términos del ejercicio pleno de derechos de los niños, niñas y adolescentes, que no es necesariamente la situación actual. Hoy parece más que están en reclusión que en un espacio amigable”, aseguró.
La llegada de decenas de miles de pequeños no acompañados, estimó Poiré, “abre la oportunidad de un enfoque y una política pública diferentes, de empatía con las niñas y niños. Sería importante plantearlo al gobierno de México que tenga un cuidado mayor, porque hoy es evidente que en ambos países los infantes no cuentan y son tratados como personas sin derechos”, reprobó.