Rangún. El embajador de Myanmar en Londres, Kyaw Zwar Minn, pasó la noche en la calle luego de que el personal de la legación que presidía le negó el acceso al recinto por órdenes de la junta militar de Myanmar, que lo apartó del cargo por ser partidario de la líder depuesta Aung San Suu Kyi, en momentos en que la represión de los golpistas dejó 11 civiles más muertos. La decisión fue condenada por Reino Unido.
El miércoles por la noche se supo que varios diplomáticos vinculados con la junta tomaron la embajada de Myanmar en Londres y negaron el acceso al embajador Kyaw Zwar Minn, opuesto a los líderes del golpe de Estado militar del 1º de febrero.
El delegado expulsado afirmó que el equipo del embajador adjunto, Chit Win, “amenaza al personal de la embajada con sanciones severas si esos miembros del personal no continúan trabajando para la junta militar”.
El ministerio británico de Relaciones Exteriores anunció ayer que fue notificado por las autoridades de Myanmar del fin del mandato de su embajador y señaló que no tenía otra opción que aceptarlo. El portavoz de la junta, Zaw Min Tun, confirmó que el Ministerio de Relaciones Exteriores contactó con su homólogo británico para hablar sobre el incidente.
Mueren 11 civiles más
Desde el miércoles, al menos 11 personas perdieron la vida en Taze, en el centro del país, según la prensa local, que afirma además que tres militares fallecieron y hay varios civiles heridos. El portal árabe Al Jazeera confirmó este saldo de muertos e informó que algunos manifestantes se defienden con rifles militares.
Habitantes armados con fusiles de caza y artefactos explosivos intentaron impedir que policías y militares entraran en Taze.
Según la Asociación de Asistencia a los Prisioneros Políticos, alrededor de 600 civiles, entre ellos 50 niños y adolescentes, han muerto violentamente desde el día del golpe, y denunció que hay más de 2 mil 800 personas detenidas y muchas de ellas están desaparecidas.
Un apagón informativo ordenado por la junta militar empeoró ayer cuando el servicio de conexión de banda ancha por fibra, la última manera legal para que la población pueda enlazarse a Internet, fue inaccesible de manera intermitente en varias redes.
Las autoridades en algunas áreas también han empezado a confiscar discos satelitales usados para tener acceso a canales internacionales de noticias.
La junta limitó el servicio de Internet desde el golpe de Estado e impuso la prohibición total del uso de datos móviles.
Unas 140 personalidades del país (cantantes, modelos o periodistas conocidos) son objeto de orden de detención, acusados de difundir información para provocar un motín dentro de las fuerzas armadas.
Ei Thinzar Maung, uno de los líderes de estas protestas, pidió ayer a los ciudadanos representar con un zapato a cada manifestante ausente; decenas de piezas de calzado con flores amarillas dentro fueron colocadas en las calles de Mandalay y Rangún.