El alza en energéticos y productos agropecuarios llevaron al mayor encarecimiento de precios en 27 meses. La inflación en marzo fue de 4.67 por ciento, la más alta desde diciembre de 2018, mostró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los incrementos mensuales de 5.21 por ciento en el gas LP doméstico, de 2.08 en la gasolina de bajo octanaje, de 8.05 por ciento en el huevo, de 2.88 en la tortilla de maíz y de 5.95 en la gasolina de alto octanaje fueron los que más contribuyeron al resultado de la inflación en marzo.
El incremento del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) respecto de febrero fue de 0.83 por ciento, el mayor para un mes similar desde 1999. Se debe sobre todo al aumento de precios en los productos más propensos a variar.
El alza rebasa los pronósticos de la encuesta de Banco de México, que asumía un aumento de 0.63 por ciento, mientras los de Citibanamex y Bloomberg se encontraban alrededor de 0.8 a 0.82 por ciento.
El Inegi muestra que el componente subyacente del INPC aumentó 0.54 por ciento, en él se agrupan bienes y servicios que se consideran menos expuestos a la volatilidad, como los alimentos empaquetados y otras mercancías, la vivienda y la educación; mientras el no subyacente lo hizo 1.69 por ciento. A tasa anual aumentaron 4.12 y 6.13 por ciento, respectivamente.
No habrá más baja de tasas
La inflación de marzo resultó fuera del rango objetivo del Banco de México, que es una media de 3 por ciento en un rango que va de 2 a 4 por ciento. De acuerdo con lo ya previsto por el organismo, el INPC llegaría a su punto más alto de 2021 en abril.
En comentarios previos a la publicación del informe, Ramsé Gutiérrez, vicepresidente senior de Franklin Templeton México, explicó que era de esperar una inflación por arriba de 4 por ciento y esto hace menos probable que Banco de México pueda disminuir su tasa de referencia en lo que resta de 2021.
El resultado de marzo se debe por un lado a que con la recuperación económica global están aumentando los precios de los energéticos y metales industriales y, por otro, a la base de comparación –marzo a mayo de 2020– cuando se tuvieron decrementos en el INPC.
“A futuro, los pronósticos de inflación más optimistas prevén que el chipote de inflación terminaría en junio o julio, pero al menos uno de cada cuatro especialistas prevén que este chipote (la inflación fuera del rango objetivo) durará hasta marzo de 2022”, consideró.