Madrid. Real Madrid y Barcelona se enfrentan el sábado (19:00 GMT) en un clásico que puede marcar sus aspiraciones al título a falta de nueve jornadas para el final del campeonato español con los dos equipos en plena racha de juego y resultados.
El equipo azulgrana, segundo clasificado a un punto del líder liguero, el Atlético de Madrid, podría desbancar a los rojiblancos en caso de victoria en el estadio Alfredo Di Stéfano, siempre que los colchoneros pincharan al día siguiente con el Betis.
El Barça llega al encuentro animado por sus últimos resultados tras nueve partidos oficiales sin conocer la derrota, en los que ha marcado 23 goles.
A esta racha se añade la perspectiva de un eventual título dentro de una semana cuando se enfrente al Athletic de Bilbao en la final de la Copa del Rey, a la que podría llegar como líder liguero.
El doblete Liga-Copa podría cerrar de la mejor manera un año de transición para el Barcelona, que antes deberá superar el reto del Real Madrid.
Victoria para la moral
"En principio no es decisivo, porque después nos faltan muchas jornadas todavía donde cualquier equipo tiene complicado ganar todos sus partidos", aunque "el que gane tendrá una moral importante para seguir", dijo el técnico azulgrana Ronald Koeman este viernes.
El Barça volverá a mirar en Madrid hacia su capitán Leo Messi, máximo goleador del campeonato con 23 tantos, lejos de los 18 del máximo goleador merengue, Karim Benzema.
"Necesitamos al mejor Messi, pero también al mejor Barça", aseguró Koeman.
El astro argentino puede marcar un nuevo hito en su carrera este sábado alcanzando el récord de 45 clásicos oficiales que detenta el capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, ausente el sábado por una lesión en el gemelo izquierdo.
Messi volverá a ser el gran referente de los azulgranas, que podrían recuperar para el encuentro al central Gerard Piqué, tras entrenar esta semana con el equipo después de superar un esguince de rodilla que sufrió a principios de marzo.
El equipo azulgrana necesitará su mejor cara para imponerse a un Real Madrid, que llega al encuentro animado tras imponerse 3-1 al Liverpool el martes en la ida de cuartos de final de la Champions.
Si el Barça sueña con el doblete Liga-Copa, los merengues lo hacen con ganar el campeonato español y lograr su 14ª Copa de Europa, pero para lo primero deben empezar por ganar a los azulgranas el sábado, lo que les permitiría igualar a puntos con el Atlético, en caso de derrota rojiblanca el domingo.
'Partido complicado'
"Vamos a tener un partido complicado, pero estamos preparados", dijo Zinedine Zidane este viernes, que al mismo tiempo intenta rebajar la expectación, señalando que "son tres puntos, nada más" y todavía queda mucho.
Zidane contará contra el Barça con el buen momento de Karim Benzema, que está impulsando con sus goles a un Real Madrid, y la mejora de Marco Asensio, goleador en los últimos cuatro encuentros.
Zidane también podría volver a contar con el joven Vinicius, que se distinguió con un doblete frente al Liverpool el jueves y que ya cuenta en su haber con ser el goleador más joven del clásico, tras marcar el 1 de marzo de 2020 (con 19 años y 233 días), por delante de Lionel Messi (19 años y 259 días).
Los merengues, al igual que su rival el sábado, han enderezado el rumbo en el último tercio del campeonato, tras un inicio de campaña irregular.
"Estamos en un momento bueno. Estamos vivos en las dos competiciones (Champions y Liga) y vamos a intentar seguir con lo que estamos haciendo bien", dijo Zidane.
Zidane mostró este viernes su deseo de que el astro argentino Leo Messi siga en el Barcelona.
"Que se quede en el Barcelona, está bien ahí… y también para la Liga española", dijo Zidane con una sonrisa al ser cuestionado por si podría ser el último clásico del astro argentino.
"Sabemos el jugador que es Lionel Messi", añadió Zidane, quien, sin embargo, insistió en poner el acento en todo el grupo.
"Sabemos el jugador que es, pero son todos muy buenos y vamos a intentar contrarrestar sus fuerzas, vamos a intentar sacar un buen partido con el balón", afirmó Zidane.
El técnico blanco no podrá contar para este encuentro con su lesionado capitán, Sergio Ramos, del que reiteró que confía en que tampoco sea su último clásico.
"No va a jugar mañana, pero espero que se quede aquí", dijo Zidane, sobre un jugador cuya renovación sigue pendiente, al igual que la Messi en el equipo rival.