Acompañado por el canciller Marcelo Ebrard, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo ayer una conversación telefónica con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris. Mediante un comunicado de prensa, la vocería de Palacio Nacional informó que durante la llamada se abordaron “los mecanismos de cooperación para una migración regular, ordenada y segura; la importancia de proteger los derechos humanos delas personas migrantes, particularmente de las y los menores de edad, y reforzar mecanismos para compartir inteligencia contra redes trasnacionales de tráfico de personas”.
Debe recordarse que en estos momentos la administración de Joe Biden enfrenta el enorme desafío de alojar y decidir el destino de miles de menores de edad que han ingresado a territorio estadunidense de manera irregular en busca de refugio: hasta el martes 30 de marzo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos tenía bajo su cuidado a 12 mil 918 niños migrantes y otros 5 mil 285 eran albergados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Sólo en febrero, las autoridades de ese país detectaron a 9 mil menores que cruzaron la frontera sin la compañía de un adulto, la cifra mensual más alta desde mayo de 2019. Para colmo, el gobierno demócrata heredó el desastre humanitario legado por Donald Trump, con 600 niños recluidos sin que nadie conozca el paradero de sus familias.
Ante un escenario en que los niños migrantes son alojados en condiciones indignas y en que se contempla incluso ubicarlos en un sitio tan poco idóneo como la base de la Guardia Nacional en Camp Roberts, California, resulta sin duda positivo que el gobierno de México haya expresado su disposición a coadyuvar en la búsqueda de soluciones a esta grave crisis de derechos humanos.
De acuerdo con el documento emitido por la vocería, la vicepresidenta Harris y López Obrador habrían coincidido en que es necesario tanto promover el desarrollo económico igualitario en la región para evitar que las personas se vean orilladas a dejar sus lugares de origen (lo cual constituye el núcleo de la política migratoria propuesta por la Cuarta Transformación), como implementar programas de ayuda humanitaria de emergencia para quienes ya se encuentran en tránsito, “con énfasis en el resguardo adecuado de las y los menores no acompañados”.
Además de brindar una esperanza de alivio para quienes hoy se ven obligados a emprender el camino hacia el norte debido a la carestía económica o la violencia, o una combinación de ambas, la conversación Harris-López Obrador exhibe de nueva cuenta la absoluta falta de sustento de la campaña sostenida por opinadores y sectores de oposición, según la cual los gobiernos de AMLO y Biden se encuentran en una inevitable ruta de colisión. Por el contrario, se refrendó que entre Palacio Nacional y la Casa Blanca prevalecen un clima de entendimiento y la voluntad de construir acuerdos.