Buenos Aires., El jefe del Comando Sur, el almirante Craig Faller, llegó este miércoles aquí procedente de Uruguay y este jueves se reunirá con el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y su equipo de asuntos internacionales, en una gira “humanitaria” para donar tres hospitales de campaña de parte del Pentágono, “para apoyar a Argentina en los esfuerzos conjuntos para combatir la pandemia de Covid-19”, informó la embajada estadunidense.
De acuerdo con un análisis del portal digital Infobae, que recibe información directa de Estados Unidos, Faller “visita Argentina y en esta oportunidad su gira tiene un triple sentido diplomático: explicitar que la administración demócrata no tomará distancia con el gobierno por su decisión de renunciar al Grupo de Lima, ratificar la posición de la Casa Blanca respecto a los países mencionados y que esta visita se debe poner en un estricto contexto geopolítico”.
También detrás estaría el seguimiento de la llamada “diplomacia de las vacunas” que realizan Rusia y China con Argentina. Sin las dosis de Sinopharm y Sputnik V, el presidente Alberto Fernández enfrentaría un caos social frente a la segunda ola del coronavirus, y “esta endeble situación sanitaria, que en el Pentágono y el Departamento de Estado caracterizan como una muestra de dependencia hacia Vladimir Putin y Xi Jinping, sobrevolaría las conversaciones de Faller”, señala el analista Edgardo Aguilera.
Durante su visita a Uruguay, Faller también donó tres hospitales de campaña, además de otros suministros medicinales (lo que sumó 4.8 millones de dólares), y dejó detrás una fuerte protesta de sectores sindicales y partidos políticos de izquierda en rechazo a una serie de acciones injerencistas del Comando Sur en ese país.
“Argentina tiene ya un despliegue de hospitales móviles de mayor complejidad: uno de la fuerza aérea argentina y dos cedidos por la República Popular de China al ejército argentino; 13 contenedores con camión propio, valorado en casi 5 millones de dólares; llegó al país a principios de año”, agrega Aguilera.
En coincidencia con otros analistas, sostiene que el viaje de Faller a Tierra del Fuego, a su capital Usuhaia, es parte de una jugada geopolítica, al recordar que el 24 de marzo pasado, “durante una conferencia organizada por el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry, el almirante Faller habló de las flotas de pesqueros chinos y las actividades de pesca ilegal, y dijo que ningún país puede enfrentar estas amenazas por su cuenta. Se diría que no es la pesca ni el calamar, es China”.
Hizo referencia a que en “febrero pasado, el interés estratégico estadunidense había dado el primer paso de la operación Cruz del Sur a cargo de un moderno navío, el guardacostas Stone, la primera patrulla del Servicio de Guardacostas a América del Sur orientada a construir asociaciones regionales de seguridad marítima y contrarrestar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada en el Atlántico Sur”.
En estos momentos, el estratégico Atlántico Sur está bajo la mirada cada vez más ambiciosa de Estados Unidos y Gran Bretaña, así como la voracidad de empresas internacionales que intentan apropiarse de vastas zonas de recursos.