Washington. El gobierno estadunidense anunció ayer el restablecimiento de la ayuda a los palestinos suspendida en el mandato del ex presidente Donald Trump, decepcionando a su aliado Israel, y prometió promover una solución de dos estados para acabar con el conflicto palestino-israelí.
El presidente Joe Biden señaló que Washington volverá a realizar aportaciones a la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), con una contribución de 150 millones de dólares.
Washington ofrecerá también 75 millones de dólares en asistencia económica y desarrollo para Gaza y Cisjordania, además de 10 millones para los esfuerzos de paz.
Además, en una llamada con el rey Abdalá II de Jordania, viejo aliado de Estados Unidos, Biden “afirmó que Estados Unidos apoya una solución de dos estados para el conflicto israelí-palestino”, según un comunicado de la Casa Blanca.
“La ayuda exterior de Estados Unidos al pueblo palestino sirve a importantes intereses y valores estadunidenses. Proporciona un alivio crítico a los más necesitados, fomenta el desarrollo económico y apoya el entendimiento entre israelíes y palestinos, la coordinación de la seguridad y la estabilidad”, valoró el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado.
Israel mostró su descontento ante la decisión. “He expresado mi decepción y objeción a la decisión de renovar la financiación de la UNRWA sin asegurarse primero de que ciertas reformas, incluyendo detener la incitación y sacar el contenido antisemita de su currículo educativo, son llevadas a cabo”, afirmó el embajador israelí en Washington, Gilad Erdan, en un comunicado.
El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohammed Shtayyeh, expresó en tanto que la reanudación de la ayuda es sólo un primer paso. “Esperamos con impaciencia no sólo la reanudación de la ayuda financiera, sino también el regreso de las relaciones políticas con Estados Unidos, de forma que nuestro pueblo palestino pueda cumplir sus legítimos derechos a crear un Estado independiente con Jerusalén como capital”, indicó Shtayyeh.
El primer ministro palestino también pidió a Washington que “presione a Israel para que frene el deseo de expansión y asentamiento en los territorios ocupados”.
La Organización de Naciones Unidas y el gobierno alemán saludaron por separado la decisión.