Zacatecas, Zac. Un grupo de hombres armados, pertenecientes a un grupo delincuencial no identificado, baleó la mañana de este jueves la fachada de la presidencia municipal de Tepetongo, desencadenando un intercambio de disparos con los policías del lugar, con un saldo de un sicario abatido, a las puertas de la oficina de Seguridad Pública.
El ataque ocurrió alrededor de las 09:30 horas, y provocó el despliegue de decenas de policías estatales e integrantes de la Guardia Nacional en toda la región que colinda al sur con Huejúcar, Jalisco y al norte, con Jerez de García Salinas, Zacatecas.
Tepetongo, cuya población apenas rebasa los 7 mil 350 habitantes según el Inegi, se ubica 90 kilómetros al suroeste de la capital de Zacatecas. La pequeña población, por la que atraviesa la carretera federal número 23, tiene más de dos meses bajo el asedio de la violencia e inseguridad provocada por pistoleros que se disputan esta región, con enfrentamientos frecuentes de día y noche.
Apenas el pasado viernes 2 de abril, durante más de tres horas decenas de sicarios –presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación-, se enfrentaron con armas de grueso calibre por toda esta población, donde murieron al menos diez pistoleros, cuyos cadáveres -según testimonios de los habitantes de este lugar-, se los llevaron sus compañeros delincuentes, subiéndolos en las bateas de las camionetas en que viajaban.
De acuerdo con información proporcionada a este diario, por la Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas, al final de la refriega del pasado viernes, se localizaron cuatro casas baleadas e incendias, así como cuatro vehículos automotores y cinco motocicletas totalmente calcinadas, en distintas calles de Tepetongo. Asimismo, múltiples casquillos percutidos de arma de grueso calibre, de los utilizados en fusiles Ak47 “cuernos de chivo” y Ar-15, esparcidos en la población.
Este jueves, justo al medio día, Tepetongo luce desierto, sin gente. Ni vehículos ni habitantes se ven por las calles. Sólo un poco de tráfico habitual sobre la carretera federal 23, que conecta a las poblaciones de Guadalajara y Fresnillo.
Una mujer de la tercera edad, de los escasos cinco habitantes que se atreven a “asomarse”, narra a este diario la situación que prevalece en este lugar:
“Tenemos muchos días consecutivos, día y noche, con balaceras, se han robado camionetas, han incendiado casas, carros, está bien feo el pueblo, ya lo ve usted. Y todo cerrado ahorita, todo, vea, todas las tiendas, los negocios, y uno que vive al día, ¿Dónde vamos a comprar nuestro mandado?”.
Aunque tres hombres -uno joven y dos ancianos-, también salieron de sus casas a ver qué ocurrió en la plaza principal de Tepetongo, únicamente las mujeres se atreven a hablar y denunciar lo que ocurre aquí.
Otra ama de casa, refiere: “Mucha gente se está yendo de aquí del pueblo, esto está muy triste” ¿Ya vinieron a ponerles aquí a los ancianos la vacuna contra el Covid-19? No, aquí no ha venido nadie, no han venido a vacunarnos, aquí no. Nada”
Una mujer consulta a otra que camina temerosa por la zona: ¿Ya no vas a abrir la tienda?, No –responde-, yo pienso que por unos diez días no voy a abrir, esto está muy peligroso. Ya vez, cada rato se oyen ruidos, disparos, y pedimos auxilio y nadie dice nada. Aquí en nuestra iglesia se venera a San Juan Bautista, y también la cerraron, ya no han llamado a rosarios… estamos aquí muy dejados del gobierno”.
¿Y el presidente municipal, qué hace? Se le pregunta a otro habitante del lugar por el edil priista: Sinforiano Armenta García, y responde indignada: “¿Presidente? No, aquí no tenemos presidente municipal. Sabemos que nunca está, que vive fuera de aquí, y pues para nosotros alguien que no está aquí, donde lo necesitamos, no existe”.
De hecho, apenas el viernes 4 de diciembre del 2020, un comando armado privó de su libertad a Armando Cuevas Rocha, director de la policía municipal de Tepetongo, junto con dos policías de esa corporación. Esa misma noche, renunciaron a sus puestos los restantes siete policías municipales del lugar, y la Policía Estatal Preventiva se hizo cargo de las tareas de seguridad pública en esta población.
Tres días después del hecho, los dos policías municipales fueron localizados ejecutados, a un costado de la carretera a Guadalajara. Posteriormente, el 11 de diciembre, fue localizado sin vida, decapitado y con su cuerpo mutilado, el director de la corporación, Armando Cuevas Rocha, con un mensaje de la delincuencia organizada, en una carretera que cruza la comunidad de Juancho Rey.
Por otra parte, en otros hechos de violencia ocurridos durante las últimas horas en distintos puntos del estado, murieron cinco personas más, acribilladas, en presuntos ajustes de cuentas: 2 en Fresnillo, 1 en Calera de Víctor Rosales, 1 en Guadalupe y 1 en Zacatecas.