Cumplir con las necesidades de gasto que impone la pandemia de Covid-19 implica en muchos casos “gravámenes más progresivos, un acuerdo en impuestos mínimos para empresas y derechos tributarios internacionales”, dijo en conferencia de prensa Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con ello, el FMI reitera su apoyo a un impuesto mínimo global para las corporaciones el cual evite que trasladen sus ingresos a paraísos fiscales. Además, en el Monitor Fiscal –uno de los tres documentos que presenta el organismo en las reuniones de primavera– el organismo refrenda la necesidad de impuestos a la riqueza, como una “contribución temporal” para sostener la recuperación de la crisis de Covid-19.
Así, escala el respaldo a lo dicho por la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, sobre fijar un impuesto corporativo mínimo global. El país acapara 16.5 por ciento de voto en el organismo, lo que destraba un debate que en la administración de Donald Trump se entorpeció bajo el marco inclusivo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En el documento del FMI se reconoce que la Covid-19 “afecta de manera desproporcionada a los grupos más vulnerables”, por lo que la pobreza y la desigualdad aumentarán. Además de 95 millones de personas en pobreza extrema como saldo de la crisis, sólo el año pasado, se anticipan efectos a largo plazo, como un deterioro en las perspectivas laborales.
En conferencia, Paolo Mauro, subdirector del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, agregó que la pandemia generó una fuerte caída entre los estratos de ingresos medios, pero algunas empresas y parte de la población han salido “muy bien” de la crisis, por lo que se puede considerar un incremento en las tasas a las que se grava la propiedad, las ganancias de capital y la herencia.
El organismo sostuvo que si bien las medidas de apoyo han evitado contracciones económicas más severas y mayores pérdidas de puestos de trabajo, se incrementaron los déficits y la deuda del gobierno “a niveles sin precedente” en todos los grupos de ingresos de los países.