La inversión fija bruta, que refleja el gasto para la construcción de infraestructura, así como la compra de maquinaria y equipo con el objetivo de integrar más insumos al proceso productivo, aumentó 3.3 por ciento en enero, dio cuenta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo, a tasa anual acumuló 24 meses seguidos de contracción anual, la de enero fue de 9.6 por ciento. Pese a que la inversión se recupera del colapso que tuvo entre abril y mayo, con el inicio del confinamiento por Covid-19, persiste una revés de 10 años en el indicador.
De acuerdo con el Inegi, la inversión fija bruta permite observar el comportamiento de la inversión a corto plazo, la cual se integra por los bienes utilizados en el proceso productivo durante más de un año y que están sujetos a derechos de propiedad.
La inversión creció 3.3 por ciento respecto de diciembre del año pasado, pero entre sus componentes la construcción lo hizo 2.9 por ciento, incremento que fue impulsado, sobre todo, por el componente no residencial. La compra de maquinaria y equipo aumentó 4.2 por ciento.
A tasa anual, prácticamente todos los componentes siguen sin recuperarse respecto de lo visto en enero de 2020. Hay una excepción, la compra de maquinaria y equipo de origen importado, que aumentó 1.3 por ciento en ese año, muestra el Inegi.
De acuerdo con estimados de grupo Invex, tras caer 18.2 por ciento en 2020, la inversión fija bruta total podría crecer 7.8 por ciento en 2021, aumento que sería insuficiente para compensar la pérdida, por lo que se prevé que el indicador regresaría a los niveles prepandemia hasta finales de 2023.
Su analista Ricardo Aguilar recalcó que “la recuperación de la inversión se mantiene a paso lento” y las perspectivas para los próximos meses “son negativas debido a decisiones del sector público que han perjudicado la confianza de los inversionistas, principalmente las modificaciones propuestas a la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos”.
Por el lado del consumo de los hogares, el organismo reportó que en enero aumentó uno por ciento respecto de diciembre, con una mayor adquisición tanto de bienes nacionales como importados, los cuales aumentaron 1.1 y 7.6 por ciento, respectivamente, pero se redujo 0.1 por ciento el consumo de servicios.
A tasa anual, cayó 5.7 por ciento, todo recargado en la compra de la oferta de origen nacional, al grado de que la adquisición de servicios refleja una caída de 14.1 por ciento, la de bienes de 0.2 por ciento; mientras el consumo de bienes importados aumentó 8.7 por ciento, respecto de enero de 2020.