Playa Del Carmen, QR., Personal del parque temático Xenses, propiedad de Grupo Xcaret, ocultó fotografías del menor Leonardo Luna Guerrero captadas cuando era succionado por el sistema de filtración de la atracción Riolajante, accidente que le ocasionó la muerte.
Estas imágenes eran fundamentales para las pesquisas sobre el percance, dio a conocer Mónica Gómez Amaro, abogada de la familia del adolescente.
La litigante afirmó que el paquete que el cardiólogo duranguense Miguel Ángel Luna Calvo, padre de Leonardo, compró al ingresar a Xenses incluía fotos tomadas durante su estadía en el parque, y destacó que “curiosamente, solamente hay siete fotografías en Riolajante”.
Agregó que Xenses tiene instaladas cámaras fotográficas que captan imágenes al activarse los códigos de los brazaletes que portan los visitantes, y al final del recorrido los turistas compran las que deseen.
No obstante, cuando Luna Calvo recogió la unidad USB que incluía las fotos tomadas hasta el momento del accidente, éstas no aparecieron. En la última fotografía que le entregaron sólo aparece el menor a mitad del recorrido, y luego ni una imagen de las otras cinco personas que acompañaban al muchacho.
Cámaras por doquier
“No se perdieron. Definitivamente, de manera deliberada no entregaron la secuencia de imágenes del final del recorrido. Todas las atracciones del parque, de inicio a fin, están llenas de cámaras fotográficas, y casualmente en toda esa parte ya no aparece ni una foto más, por así convenir a la empresa”, dijo Gómez Amaro.
Miguel Ángel Luna, cardiólogo avecindado en Durango, visitó Xenses junto con su esposa y sus cuatro hijos el pasado 27 de marzo. El galeno aseguró que un día después, cuando pretendió llevarse el cuerpo de Leonardo, el vicefiscal de procesos de Quintana Roo, José Carlos Villarreal Rosillo, lo amenazó con no entregarle el cadáver si no firmaba un perdón para la empresa.
Cinco días después del accidente, el primero de abril, Xenses emitió un comunicado en el cual admitió que el accidente a causa del cual el adolescente pereció fue resultado de un “error humano” y reconoció que se hicieron trabajos no autorizados en el área.