Ciudad de México. El défiticit fiscal en México alcanzará 3.4 por ciento del producto interno bruto (PIB) durante este año, para después bajar a 2.6 y 2.5 por ciento en el próximo lustro, informó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo con el Monitor Fiscal, el apoyo de emergencia en México por la pandemia de Covid-19 fue el más bajo entre las 20 economías más grandes del mundo. Se estima que la deuda bruta de gobierno se reduzca de 60.6 por ciento que alcanzó en 2020 a 60.5 por ciento durante este año.
El organismo detalla que si bien los ingresos durante 2020 alcanzaron 24.6 por ciento del PIB, se espera que bajen a 23.3 por ciento en 2021 y continúen en descenso durante los próximos años, mientras el gasto pasa de 29.1 a 26.7 por ciento, respectivamente.
El FMI advirtió que debido a que el Covid-19 “afecta de manera desproporcionada a los grupos más vulnerables”, la pobreza y la desigualdad aumentarán. Además de 95 millones de personas en pobreza extrema como saldo de la crisis, sólo el año pasado, se estiman efectos de largo plazo, como un deterioro en las perspectivas laborales.
Agregó que si bien las medidas de apoyo han evitado contracciones económicas más severas y mayores pérdidas de puestos de trabajo, incrementaron los déficits y la deuda del gobierno “a niveles sin precedentes” en todos los grupos de ingresos de los países.
Los déficits en las economías avanzadas alcanzaron en 2020 un promedio de 11.7 por ciento como porcentaje del PIB, 9.8 por ciento en los mercados emergentes y 5.5 por ciento en los países en desarrollo de bajos ingresos.
La deuda pública promedio en todo el mundo alcanzó 97 por ciento del PIB, también sin precedentes, y se prevé que se estabilice en alrededor de 99 por ciento del PIB en 2021.
El FMI destacó que en economías de bajos ingresos el financiamiento es un desafío, dado el acceso limitado al mercado y el escaso margen para recaudar ingresos a corto plazo. “Estos países necesitan asistencia mediante donaciones, financiamiento en condiciones favorables o, en algunos casos, restructuración de la deuda”, agregó.
El organismo resumió que “se necesita con urgencia la vacunación mundial”, dado que mientras unos países han avanzado en ésta y se ha relegado a otros, la inoculación global “se pagaría por sí misma con un empleo y una actividad económica más fuertes”.
Un crecimiento económico más fuerte generaría, para 2025, más de un billón de dólares en ingresos fiscales adicionales en las economías avanzadas, y se ahorraría billones más en medidas de apoyo fiscal, de acuerdo con cálculos del organismo financiero.
“Cuanto más dura la pandemia, mayor es el desafío para las finanzas públicas”, por ello debe ampliarse la cooperación mundial para contener la pandemia, especialmente la vacunación acelerada a un costo asequible en todos los países, apuntó.
Recalcó que en general para financiar la emergencia, se deben “considerar una contribución temporal para la recuperación de Covid-19, gravada sobre los ingresos altos o la riqueza”.