Un total de 320 familias damnificadas por el sismo de septiembre de 2017 en las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac deben ser reubicadas, ante la imposibilidad de reconstruir sus viviendas por la presencia de grietas y la inestabilidad del subsuelo.
El comisionado para la Reconstrucción, César Cravioto, detalló que hasta ahora 257 familias han aceptado la reubicación a un predio en la colonia Arboledas, en Tláhuac, pero el resto se niega a abandonar su propiedad.
En el terreno, que ya fue adquirido por el Gobierno de la Ciudad de México, se edificará un conjunto habitacional con 330 departamentos de 65 metros cuadrados cada uno y 273 cajones de estacionamiento, en una superficie de poco más de 9 mil metros cuadrados.
Cravioto explicó que se han visitado cada uno de los predios afectados por el sismo para notificar a las familias el procedimiento jurídico, en el que deben donar su propiedad para destinarla a espacios abiertos para la comunidad, a cambio de la vivienda construida, pero algunos, los menos, no quieren salir de sus casas.
“Están en su derecho, pero están en zonas de grietas y no les podemos rehabilitar su vivienda ni dar ningún tipo de apoyo para que lo hagan, porque sería una irresponsabilidad ante el riesgo que correrían”, apuntó.
Dijo que a algunos se les ha ofrecido el recurso, del orden de 520 mil pesos, y con eso se van a vivir con algún familiar, sobre todo los adultos mayores, y otros fuera de la ciudad.
Explicó que el Instituto de Vivienda está terminando el proyecto del desarrollo inmobiliario con el fin de solicitar los recursos al Fideicomiso de la Reconstrucción, el cual se espera esté concluido el próximo año.
“A caballo regalado...”
Entre los beneficiarios está la señora Reyna Martina, quien junto con su familia, desde el día del sismo tuvo que abandonar su vivienda en la unidad habitacional Ejército Constitucionalista, debido a los daños causados.
“Ya fuimos a ver el predio y está bien ubicado, con todos los servicios. Nos conviene porque ya no tenemos que estar con el Jesús en la boca cada que tiembla, y como dice el dicho: a caballo regalado no se le ve el colmillo, y nuestra casa está inhabitable”, expresó.