El gobierno federal entregará apoyos a Petróleos Mexicanos (Pemex) en este año por 170 mil millones de pesos con el fin de reducir su deuda y fortalecer la posición financiera de la empresa, de acuerdo con información oficial.
Los precriterios de política económica presentados por la Secretaría de Hacienda la semana pasada y con los que se elaborará el paquete económico para 2022 destacan que la ayuda significa también una inversión altamente redituable de corto, mediano y largo plazos para el Estado. Por cada peso de apoyo otorgado a Pemex en 2019 y 2020, el gobierno federal recibió de la empresa 4.8 y 3.5 pesos en distintas contribuciones, respectivamente, apuntó el documento.
Detalló que para 2021 se revisan los ingresos petroleros al alza en 91.8 mil millones de pesos, fundamentalmente, por el aumento en el precio del petróleo a un billón 28 mil 599.1 millones de pesos, con respecto a los 936 mil 765.4 millones aprobados originalmente.
Los 170 mil millones de pesos que el gobierno inyectará en 2021 a Pemex a fin de incrementar su competitividad, son equivalentes a prácticamente la mitad de los 343 mil millones de pesos de ingresos presupuestarios del gobierno federal aprobados para este año.
El apoyo a la empresa se compone del beneficio fiscal por 73.3 mil millones de pesos, que entró en vigor el 19 de febrero de 2021 y se aplicará durante todo el año, así como una capitalización de 96.7 mil millones destinada a cubrir el pago de amortizaciones de 2021, de la cual se entregaron 32.1 mil millones de pesos en febrero.
Detrás del apoyo a Pemex destaca, primero, que forma parte de la estrategia multianual iniciada en 2019 para reducir estructuralmente las elevadas cargas fiscal y de deuda de una empresa estratégica y rentable, a fin de incrementar su competitividad.
En 2019 los ingresos de Pemex antes de intereses, impuestos, depreciación y amortizaciones (Ebitda, por sus siglas en inglés) representaron 13.3 por ciento de los ingresos, rentabilidad similar a la de empresas como Shell (15.5 por ciento) o Exxon (10.7 por ciento), de acuerdo con cifras de Bloomberg.
Sin embargo, en contraste la deuda como porcentaje de los ingresos ascendió a 149 por ciento para Pemex, mientras fue de 28 y 21 por ciento para Shell y Exxon, respectivamente. Por su parte, la carga fiscal de Pemex ascendió a 186 por ciento del Ebitda, mientras para Shell y Exxon fue de 17 y 19 por ciento, respectivamente.
Segundo, esta ayuda representa una inversión altamente redituable a corto, mediano y largo plazos para el Estado mexicano, ya que se fortalece la posición financiera de un activo clave para las finanzas del sector público y para la estabilidad macroeconómica, y se liberan recursos para inversión, lo cual redunda en mayor producción de hidrocarburos y petrolíferos, según el documento.