Meursault. Hijo de vendimiadores de la Borgoña francesa, Albert Corey fue erróneamente declarado estadunidense cuando ganó la medalla de plata (maratón) en los Juegos Olímpicos de 1904, en San Luis (Missouri). Hasta que 117 años después un consejero municipal de su pueblo natal, Meursault, reparó la injusticia. El militar salió de París y se le ubica en los mataderos de Chicago (1903). Cinco años después de su proeza fue atropellado por un auto, regresó a la ciudad luz y en 1926 murió aparentemente de tuberculosis. “Corey es el único medallista de nacionalidad francesa en esa edición de los Juegos”, admite el Centro de Estudios del Comité Olímpico Internacional en una carta del 25 de enero.