Sin propuestas, pero con críticas al gobierno federal y a Morena, esencialmente por el manejo de la pandemia por coronavirus, los partidos de la alianza Va por México iniciaron sus actividades de campaña hacia las elecciones del 6 de junio.
Mientras el PRI cuestionó la “pésima gestión de Morena”, partido que “es una desgracia para México”, Acción Nacional sostuvo que en la elección están en juego dos visiones de país y que una de éstas es la de Morena, la cual “se basa en la destrucción, retroceso, hambre y pobreza”. A su vez, el PRD acusó que hay “tambores de guerra de Morena” contra la autoridad electoral.
En un conjunto de mensajes difundidos este domingo, la dirigencia nacional del tricolor cuestionó que por “la estrategia fallida, México está entre los tres países del mundo con mayor número de muertes por coronavirus, con un sistema de salud diezmado por la desaparición arbitraria del Seguro Popular; una economía caída, con la pérdida de más de un millón de empresas por falta de apoyo, y la inseguridad apoderada de las calles”.
También defendió su participación en la coalición Va por México con los que fueron sus principales oponentes históricos: PAN y PRI.
Ahora acude a la campaña con esas fuerzas políticas “trabajando hombro con hombro y al lado de la sociedad, por un país de instituciones, derechos y libertades”.
A su vez, la cúpula blanquiazul planteó a los electores comparar propuestas y trayectorias de los candidatos, con el fin de no decidirse por “diputados levantamanos morenistas que de nada le sirven al país, no proponen nada, no sirven de contrapeso de poder” y elegir, en cambio, “a los que sí pueden dar resultados a las necesidades de la gente, porque ya no hay cabida para las falsas promesas como las hechas en 2018 por el partido en el gobierno”.
También, en un mensaje, la panista Laura Rojas, ex presidenta de la Cámara de Diputados, sostuvo que el Congreso “debe supervisar y llamar a cuentas al Presidente para que haga mejor su trabajo”.
Expuso que el Poder Legislativo debe ejercer su tarea de “contrapeso al poder presidencial y, si no lo es, la gente tendrá un gobernante sin límites ni controles, que literalmente sea capaz de hacer lo que se le ocurra. Por eso México necesita una Cámara con una nueva mayoría que no le diga que sí a todo. Se requieren diputados que representen y respondan a los ciudadanos, más que a los partidos o a un líder todopoderoso”.