Ciudad de México. Con el tiempo “va a desaparecer el fraude promovido por grupos políticos, pero subsistirá el fraude del crimen organizado; ése será el gran enemigo” de los comicios, advierte José Agustín Ortiz Pinchetti, titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE).
En entrevista con La Jornada, el autor de los libros La democracia que viene y Reflexiones privadas y testimonios públicos, abogado y en 1994 integrante del Consejo General del entonces Instituto Federal Electoral plantea que “siempre existe la posibilidad” de que se repitan hechos como Amigos de Fox y Pemexgate; es decir, casos de financiamiento ilícito como aquellos registrados en 2000 en las campañas presidenciales del panista Vicente Fox y del priísta Francisco Labastida Ochoa, respectivamente.
Sin embargo, asegura: “Hoy es distinto (por parte de este gobierno no se promueve el fraude electoral). Eso se daba cuando el gobierno o la Presidencia favorecían esas cosas y ocurrían inevitablemente. Hoy, el gobierno está vigilando que no suceda ese tipo de delitos”.
–¿Al igual que en 2018 la sociedad puede ser un factor determinante que acompañe a las instituciones electorales y garantice limpieza en los comicios?
–Sí. De ello depende el buen resultado de las elecciones y el cambio hacia el futuro para que ya las elecciones mexicanas no sean una vergüenza. Después de tantos años, décadas, de vivir en la irregularidad electoral, la gente poco a poco está generando esta actitud prodemocrática.
–¿Qué hace falta para que ya no se cometan delitos electorales?
–En la mayoría de los países democráticos no hay fiscalía electoral, y nos preguntan ‘¿para qué tienen en México una fiscalía?’ La tenemos precisamente porque hay esa tradición de irregularidades y fraudes. Y esperamos que la FEDE cumpla su función y después se convierta en un órgano independiente y demuestre que México puede ingresar en el concierto de las naciones democráticas.
–¿Hay grupos de presión que impulsan los fraudes electorales?
–Vamos a distinguir dos grupos, los empresarios que antes eran los que sufragaban en dinero para las elecciones y que ahora tendrán que enfrentarse a los mecanismos de control del Estado. La Secretaría de Hacienda va a estar vigilándolos.
“Ahora, las perspectivas de que los grandes empresarios invirtieran el gran capital que sería necesario para hacer un gran fraude son mucho menores que antes. Todavía existen posibilidades, pero menos.
“Lo que sí hay que destacar es que existe otro grupo muy peligroso, y es el crimen organizado. Ahí sí, sobre todo operan regionalmente en ciertos municipios, en ciertos estados, en ciertas regiones.
“Es una forma de adquirir poder, eso es lo que mueve el fraude electoral. Ellos quieren tener ciertas regiones bajo su control. Por cuestiones de poder, no les interesa la democracia. Ellos no quieren para nada que el pueblo elija a sus representantes, quieren elegirlos ellos, y son capaces y lo han sido, y creo que la mayoría de los casos sangrientos vienen de eso, de que el narco no quiere o los grupos del crimen organizado no quieren dejar pasar candidatos que no estén bajo su control, sean o no populares.”
Asesinato de aspirantes
–¿Cuántos aspirantes a un cargo de elección popular han sido asesinados en este proceso?
–Podrían llegar a ser cerca de 70 en lo que va del proceso.
–¿Cuáles serían estas regiones que considera de mayor riesgo?
–Hay algunas específicas en casi todos los estados. Sobre todo los fronterizos y los considerados estratégicos, donde paga el narco o les dan ventajas económicas o financieras. El gobierno está respondiendo a ello a través de la Secretaría de Hacienda, del Servicio de Administración Tributaria, de la Unidad de Inteligencia Financiera y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
–¿La FEDE checará el historial de los candidatos?
–No, no nos corresponde a nosotros. Los partidos y el Instituto Nacional Electoral (INE) deberían revisar que los candidatos no tuvieran un expediente negro. Y debería existir una legislación muy ágil para impedir que los aspirantes que estén en los grupos oscuros puedan participar.
–¿Se ha vuelto más sofisticada la manera de cometer fraude electoral?
–Sí, y al encontrar mayor vigilancia de las instituciones hay quienes van a buscar nuevas formas, porque tienen malquerencia a la democracia y es parte de nuestra historia. Por desgracia no ha habido elecciones enteramente limpias nunca. Así como se dice que los comicios de junio próximo son los más grandes de la historia, también van a ser los más difíciles.
–¿Considera que las diferencias actuales entre autoridades del Poder Ejecutivo y de las instituciones electorales afectarán o impactarán las elecciones?
–No. Por supuesto que es inquietante esta pugna entre el INE y las autoridades federales, pero no creo que trascienda esto de ninguna manera en facilitar fraudes o irregularidades.
–Son momentos históricos para el país; como fiscal electoral, ¿cómo observa el proceso?
–Con la gran novedad de que el Estado mexicano está a favor de la democracia, no en contra. En los comicios anteriores el Estado mexicano actuó como una máquina en contra del proceso democrático. Es decir, para autorizar y encubrir los fraudes. Ahora no, ahora está del lado de los que creemos en la democracia.