Chilpancingo, Gro., El Observatorio para la Paz y el Desarrollo de la Sierra de Guerrero informó que la noche del sábado un grupo de la delincuencia organizada asesinó y mutiló a Carlos Marqués Oyorzábal, campesino ecologista y comisario municipal del poblado Las Conchitas, municipio de San Miguel Totolapan, en la Tierra Caliente de Guerrero.
Vía telefónica, uno de los dirigentes del organismo, quien pidió anonimato, explicó que el comisario bajaba en cuatrimoto de su comunidad por el camino de El Duraznito con rumbo a Ciénega de Puerto Alegre “cuando fue sorprendido por delincuentes, presuntamente gente de Onésimo Marquina, El Nencho, quienes viajaban en tres camionetas”.
Los presuntos sicarios regresaron con el ecologista al poblado de Ciénega de Puerto Alegre, donde “lo torturaron hasta que murió y procedieron a destazarlo”.
El organismo indicó que Carlos Marqués “era parte de la policía comunitaria que formaron los pueblos unidos, que han apoyado la detención de camiones que sacaban la madera de nuestro ejido, pero ahora vemos con preocupación que se está reforzando y fortaleciendo la delincuencia, porque muchos de los que lo mataron no eran de ahí, sino de otros lugares”.
Manifestó que la gente “tiene miedo de denunciar, ya que por radio les dicen que van a agarrar a quien los delate. Es una guerra declarada contra los que defendemos los bosques”.
Aseguró que hay amenazas contra los pueblos defensores de los bosques “y por eso preguntamos a Eudocio Barragán, que encabeza a los policías comunitarios de Lindavista, qué han hecho. Se supone que se armaron para defender los bosques, pero pareciera que lo hicieron con el permiso de El Nencho y de La Changa. Parece ahora que los Pueblos Unidos están coludidos con ellos”.
Reiteraron su demanda al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Héctor Astudillo para que instalen en el poblado de Agua Escondida una base de operaciones mixtas del Ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal.