Sólo voces y percusiones corporales transmiten emociones, dramatismo y melancolía. No hay acompañamiento ni instrumentación musical.
El Coro Acardenchado, dirigido por Juan Pablo Vila, busca “un despertar en esta nueva etapa en la que se abren los teatros y renacen las artes escénicas”, inspirado en los ciclos de la naturaleza, su fragilidad, contrastes y fuerza.
El ensamble protagonizará El cardo en flor, concierto que subirá el telón el 10 y 11 de abril del recién remozado Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde se aplicará el programa Reactivar sin arriesgar, con un aforo de 30 por ciento y la aplicación de las medidas sanitarias implementadas para la seguridad de los asistentes al recinto de Donceles.
En cada presentación el grupo vocal guía el recorrido a través de un contexto urbano e industrial hasta la quietud de los espacios naturales. “La canción tradicional es muy profunda y nostálgica, y en contrapunto desarrollamos la utilización de la voz como instrumento rítmico, melódico, armónico y con paisaje sonoro”.
Con este canto, ya sea en español o purépecha, “se retoma y difunde un género que se interpreta a capella y toma su nombre de una cactácea con espinas que lastiman al clavarse, pues posee filamentos inversos que desgarran la carne”, explicó Juan Pablo Vila.
Espectáculo dinámico
“La voces –añadió– a veces se usan como instrumento, un bajo o trompetas, y hacemos arreglos para que el espectáculo sea muy dinámico; incluso con la percusión corporal, el elemento rítmico está presente.”
El director prosiguió: “Esta propuesta se nutre con la reinterpretación de algunas canciones tradicionales con arreglos contemporáneos, que permiten el uso de la improvisación libre, el paisaje sonoro y la percusión corporal; también incluye varias piezas extraídas de la más reciente producción discográfica Aquellos otros, en la que se encuentran temas como Ya se van las golondrinas, Yo ya me voy amigos míos, Pásele, pásele, Una mañana muy transparente y Ojitos negros”.
La agrupación “pretende inyectar un poco de amor y esperanza para lo que está por venir”, subrayó Vila. Contó que el grupo ha colaborado con Los Cardencheros de Sapioriz en talleres y conciertos, así como con la fundación Tierra del Cardenche, la cual ofrece recursos para la manutención del recinto al Canto Cardenche, ubicado en Sapioriz, Durango.
Este género “es un canto centenario de la comarca lagunera, es un canto campesino que surge en la época de la Revolución, el cual es a capella, nunca tuvo acompañamiento de instrumentos; no tiene un pulso específico y se canta a capricho; utilizando mucho la garganta y la nostalgia se siente más cuando se proyecta la voz, se grita”.
Incluso, prosiguió, los temas a los que recurre el canto son “la despedida, el desamor y una que otra divertida que habla sobre el trago o la cruda; de hecho vamos a estrenar Al pie de un verde maguey”.
El Coro Acardenchado, fundado en 2016, busca mantener viva esta tradición. El cardo en flor, con duración de 70 minutos se presentará el 10 de abril a las 19 horas y el 11 a las 18 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, ubicado en Donceles 36, colonia Centro Histórico.