Además de padecer los estragos de la sequía, 75 por ciento del suelo agrícola del país tiene problemas de degradación, que implica la pérdida de nutrientes. Estos factores afectan 150 millones de hectáreas y representan una amenaza para la seguridad alimentaria y la salud, señalaron investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo (UACH) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
La pérdida de nutrientes de la tierra en México afecta a los cultivos, que carecen de calcio, magnesio y potasio. Ello implica que el ser humano esté más propenso a enfermedades cancerígenas, obesidad, desnutrición, anemia, entre otras.
Los investigadores Gerardo Noriega Altamirano, de la UACH, y Enrique Rico, del IPN, sostuvieron que con insumos de especialidad la degradación de los suelos es reversible a mediano plazo.
En este contexto, pequeños y medianos productores agrícolas de Michoacán llevarán a cabo el rescate nutricional de poco más de un millón hectáreas a través del Programa Agricultura Sustentable, con objeto de convertir a la entidad en la primera en producción de alimentos orgánicos a nivel nacional.
El fin es crear tecnología a partir del diagnóstico de la calidad de los suelos michoacanos, donde 84 por ciento están degradados. Ya en 2020 se logró aumentar en 22 por ciento el rendimiento de maíz de temporal y hasta 113 por ciento el de riego.
Noriega y Rico indicaron que se identificó en Michoacán que 59 por ciento de los suelos son moderadamente ácidos; 30 por ciento, neutros, y 7 por ciento, alcalinos.
Mediante la restauración de la fertilidad de los suelos se garantizarán “alimentos de calidad” para exportar en no más de tres años a Europa, Estados Unidos y China, aseguraron productores de maíz, fresa, plátano, mango, lenteja, jitomate, limón, guayaba, entre otros cultivos.