En un contexto global de pandemia, en el cual se han concentrado esfuerzos en frenar la propagación del Covid-19, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) alerta que uno de cada dos menores de 17 años en el mundo sigue padeciendo violencia física, sexual o sicológica.
El Informe sobre la Situación Mundial de la Prevención de la Violencia contra los Niños 2020 destaca que en 2017, 40 mil 150 menores de 18 años fueron víctimas de homicidio, mientras 32 por ciento de los alumnos de entre 11 y 15 años han sufrido acoso escolar.
Asimismo, con el cierre de las escuelas, “se constató un aumento de la violencia y el odio en línea”, lo que incluye el ciberacoso, las conductas de riesgo y la explotación sexual.
El documento, elaborado de forma conjunta por la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Protección a la Infancia, la Unesco y la Alianza Mundial para poner fin a la violencia contra los niños, revela que si bien 88 por ciento de 155 países analizados cuentan con legislaciones para proteger a los niños de la violencia, sólo 47 por ciento las aplica de forma contundente.
Los estados cuentan con normatividad para prevenir la violencia de menores, pero no destinan recursos suficientes para el desarrollo de acciones integrales, y no se garantiza el cumplimiento de normas esenciales como la prohibición de que niños y adolescentes estén expuestos a armas de fuego y alcohol.
Agrega que la violencia emocional afecta a uno de cada tres niños, y uno de cada cuatro vive con una madre cuya pareja la violenta. La pandemia y las medidas aplicadas para buscar su control, enfatiza el informe, “han influido enormemente en la prevalencia de actos de violencia contra los niños y, lo más probable, es que tenga consecuencias adversas de larga duración”.