Miami. La tenista australiana Ashleigh Barty, número uno mundial, conquistó este sábado su segundo título consecutivo del Abierto de Miami en una final que dominaba cuando la canadiense Bianca Andreescu tuvo que retirarse por lesión.
Barty contaba con una ventaja de 6-3 y 4-0 cuando Andreescu, número nueve del ranking mundial, abandonó el partido por una lesión en el tobillo derecho.
Andreescu, de 20 años, sufrió una fuerte caída en el tercer juego del segundo set y, después de recibir atención médica en su tobillo, hizo un intento de seguir jugando.
Tras disputar un juego cojeando, Andreescu se retiró entre lágrimas en un nuevo episodio de su largo infortunio con las lesiones, que han frenado su trayectoria en los últimos años.
"Realmente no quería parar", admitió la tenista, todavía emocionada, en la videoconferencia de prensa. "Abdul (Sillah), mi preparador físico, me salvó de mí misma porque he pasado por esto antes, presionándome hasta el punto de empeorarlo".
"Nadie quiere terminar un torneo retirándose, especialmente en una final. Pero estas cosas pasan y tengo que pensar en mi carrera. Tengo 20 años y no quiero poner nada en riesgo", recalcó. "Es difícil decir esto, pero me alegro de haber parado".
Tras pasar un 2020 en blanco por las lesiones y las restricciones por la pandemia, Andreescu disputaba su primera final desde su sonado triunfo en Flushing Meadows en 2019 en busca de su cuarto título de WTA.
"Mi cuerpo parecía estar bien hasta hoy. Creo que fue solo un accidente, me torcí el pie", afirmó Andreescu, quien ha sufrido diversos problemas de espalda, rodilla y tobillo durante su joven carrera.
"Volver a ponerme en pie no fue fácil. Pero creo en mí y no me rindo", subrayó.
Con su triunfo en el Abierto, segundo torneo WTA 1000 de la temporada, Barty suma a sus 24 años el décimo trofeo de su palmarés, que incluye un título de Grand Slam en Roland Garros-2019.
"Es el principio perfecto para lo que esperamos que sea un gran año", auguró la australiana, que solo había competido en otros tres eventos esta temporada.
Con su segunda clasificación a la final de Miami tras la de 2019 (en 2020 el torneo fue cancelado por el coronavirus), Barty ya se había asegurado mantener el liderato del ranking de WTA, donde está instalada desde junio de 2019.
"Tendremos muchas más"
Barty realizó un viaje de casi 50 horas desde Australia para competir en Miami, donde tuvo que salvar una pelota de partido en su estreno ante la eslovaca Kristina Kucova.
Después del susto inicial, Barty avanzó a velocidad de crucero cediendo solo un set en el resto de eliminatorias.
Este sábado la australiana estaba protagonizando otra demoledora actuación apoyándose en su potente servicio, que le permitió ganar 77.8 por ciento de los puntos con su primer saque.
Era la primera ocasión en que se enfrentaban dos de las mejores jóvenes jugadoras del circuito.
"Fue un privilegio compartir pista contigo por primera vez. Seguro que tendremos muchas más", dijo Barty a su rival.
La australiana arrancó con fuerza el choque ante una rival que cargaba tres horas más de juego en las piernas tras varias maratónicas remontadas.
Aprovechando su fulminante servicio y volea, la australiana zanjaba rápido los intercambios y en solo siete minutos ya se encontraba 3-0 por delante.
Andreescu empezó a encontrar algunas respuestas tras romper el servicio por única ocasión a la australiana con un espectacular passing y acercarse 3-2.
Barty fue quien puso después a prueba el impreciso saque de Andreescu y volvió a quebrar para tomar distancia hacia su victoria en el primer set.
Andreescu confiaba en llevar el partido al tercer set, un territorio donde había ganado todos sus cruces del torneo salvo la primera ronda.
Pero su servicio seguía sin arrancar y, tras una doble falta final, cedió de nuevo la ventaja a Barty, que se adelantaba por 2-0.
En el tercer juego, con 15-15, Andreescu corrió hacia su derecha para devolver un golpe y sufrió la caída que provocó su abandono.
El domingo será el turno de la final masculina del Abierto, Masters 1000 de la ATP, que disputarán el polaco Hubert Hurkacz (26º cabeza de serie) y el italiano Jannick Sinner (23º), de tan solo 19 años.