El poemario Serie de circunstancias posibles, en torno a una mujer mexicana de clase trabajadora, explora qué configura a una persona, “cómo el deseo en concreto de una mujer está moldeado por fuerzas sociales, históricas, económicas que casi nunca son conscientes”, explica Yolanda Segura, autora del título recientemente publicado por Almadía.
“¿Quién era Eloísa antes de ser abuela, madre y mujer trabajadora? ¿Qué la hacía reír y llorar? ¿Qué le gustaba comer? Cosas que suelen no caber en la literatura. No hay espacio para estos personajes, sobre todo si son femeninos, intrascendentes, que no tienen una vida extraordinaria, que no van a ir a conquistar ni a salvar el mundo. Esta historia es tan común que por eso no la contamos”, dice la poeta en entrevista.
Segura (Querétaro, 1989) sostiene que se basó en su álbum familiar que cuenta con imágenes aisladas que relatan un fragmento de esa historia: la de su abuela Eloísa, aunadas a datos estadísticos colocados como si fueran un recorte sobre ese documento.
Se trata de “reconstruir una historia de una mujer que no funciona sólo con relación a los demás miembros de la familia; o sea, qué pasaba con el deseo de Eloísa, con sus necesidades, sus ganas o no de trabajar, de tener un marido y una casa”.
La autora eligió una poesía narrativa en contra de una narración para lograr una “retracción de quien está enunciando. Sí hay alguien que enuncia pero no necesariamente tiene las certezas. Para mí lo más importante tenía que ver con hacer una especie de postales e improntas, quedarme sólo con la imagen y no tener que explicarlas tanto”.
Añade que “tendemos a pensar que el espacio doméstico funciona independientemente del afuera, pero me interesaba mucho ver cuáles eran sus nexos y cómo, por ejemplo, una crisis económica podía impactar en la vida personal de una mujer no en el sentido de que ya no le alcanza para comprar cigarros, sino que es ahí cuando termina con el marido. Ese flujo de la macrohistoria a la micro fue un buen pretexto para realizar esta idea”.
La poeta menciona que intenta, por ejemplo en el título, “que hubiera cierta cosa genérica. Sí es Eloísa, pero al mismo tiempo es una mexicana de clase trabajadora como hay millones en este país. Es apelar a que cada quien inserte ahí la historia que tiene en su memoria personal. Por eso no está nunca enunciada mi relación con Eloísa: quería hacer un personaje genérico, que pudiera no tener rostro para que éste mutara a partir de las lecturas y de cómo cada quien interpreta y tiene a su propia Eloísa”.
Refiere que el poemario fue escrito antes de su libro anterior, Persona, y debió publicarse en marzo de 2020, justo cuando se inició el confinamiento. “No lo sentía un libro nostálgico, pero un poco porque sale en este contexto, por el encierro y en una época en la que ha fallecido mucha gente mayor, hay una cierta nostalgia que le salió al texto”.