Las pinturas que la primera muralista mexicana Aurora Reyes (1908-1985) realizó en la sede de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) necesitan una “restauración urgente”, pues nunca han recibido rescate a pesar de que sufrieron daños en el terremoto de 1985, dijo Ernesto Godoy Lagunes, nieto de la pintora, poeta y activista.
En entrevista, llamó a que las autoridades “aceleren la recuperación de los murales, porque son un patrimonio invaluable de la cultura mexicana”.
Agregó que estas obras fechadas en 1962 no han sido tocadas desde que Aurora Reyes repintó algunas partes entre 1979 y 1980. “Les dio una remozada. Borró algunos personajes del primer trazo y los sustituyó con otros. Eso fue lo último que se les hizo a los murales”.
La última obra muralista de Aurora Reyes, El primer encuentro (1979), localizado en la alcaldía de Coyoacán, “tiene algunos detallitos. Está en buen estado, pero en la parte de abajo hay un poco de salitre y tiene algunos piquetes. Los que están en peor estado son los de la CNTE”, puntualizó.
La comunista, profesora, sindicalista y luchadora por los derechos de la mujer realizó su primer mural en 1936, cuando ganó un concurso y pintó en el Centro Escolar Revolución Atentado a las maestras rurales. Se trató de la primera vez que una mujer diseñó y ejecutó una obra de ese tipo en nuestro país.
Su obra más ambiciosa
En el auditorio localizado en el actual edificio de la CNTE (Belisario Domínguez 32, Centro Histórico, en la Ciudad de México) plasmó murales de 332.4 metros cuadrados, que son considerados sus creaciones más ambiciosas e importantes en esta escuela pictórica.
En Trayectoria de la cultura en México, Reyes plasmó sobre las alas desplegadas de un águila escenas de los periodos prehispánico, colonial y moderno. Hay un arquero mesoamericano que dispara una flecha que parece atravesar las tres épocas.
En el mural Presencia del maestro en los movimientos históricos de la patria aparece Quetzalcóatl, sucedido por profesores maestros y héroes de la Independencia y la Revolución, así como luchadoras en ambas épocas, hasta arribar a una representación de la Secretaría de Educación Pública. En tanto Espacio, objetivo futuro contiene una representación sideral dominada por el cosmonauta Yuri Gagarin y Albert Einstein. Al centro, el Observatorio Astronómico de Tonantzintla.
El mural Constructores de la cultura nacional exhibe retratos de Nezahualcóyotl, Eulalia Guzmán, sor Juana Inés de la Cruz, Diego Rivera, Manuel Gamio, Alfonso Caso, David Alfaro Siqueiros, entre los más de 30 personajes.
Margarita Aguilar, en el libro Aurora Reyes: alma de montaña, consignó que un séptimo mural de la pintora, realizado en 1945 en 2.5 por 1.3 metros cuadrados, está desaparecido. El tema era el uso del rebozo en México.
Por otro lado, Pedro Hernández, secretario general de la Sección 9 de la CNTE, expresó que existe deterioro en los murales debido al paso del tiempo, y que han solicitado a los institutos nacionales de Bellas Artes y Literatura y de Antropología e Historia, trabajos de conservación y remozamiento, pero “no ha habido eco”.
Reiteró la solicitud junto a la de “declararlo patrimonio cultural de la nación para que pueda recibir el tratamiento necesario, además de difusión”.
Informó que la organización gremial carece de recursos para darle mantenimiento: “Se conservan en esencia, pero los muros muestran cuarteaduras. Por su relevancia y en los 100 años que cumple el muralismo, se debe rescatar la figura, muy importante, de Aurora Reyes”.
Añadió: “Son murales vivos que han acompañado la lucha de los maestros, lo cual era una intención de Reyes en su tiempo: demostrar a los trabajadores de la educación y al pueblo los momentos de la historia de México”, en el auditorio que ahora se llama Maestro Agustín Ascención Vázquez.
Originalmente, éste era el local donde se agrupaban las secciones 9, 10, 11 y 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuyo secretario era Alberto Larios Gaytán, y que ahora ocupan la sección 9 del SNTE/CNTE.
Labor ligada al magisterio
La poeta y pintora Aurora Reyes Flores es una de las más importantes muralistas mexicanas, junto con artistas como Rina Lazo, Fanny Rabel y Electa Arenal.
Aurora nació en Hidalgo del Parral, Chihuahua, el 9 de septiembre de 1908, y falleció en la Ciudad de México el 26 de abril de 1985. Está emparentada con el militar Bernardo Reyes y el escritor Alfonso Reyes.
Se mudó con su familia a la capital del país durante la Revolución mexicana. “A los cinco años Aurora salía con su tablita, descalza, en La Lagunilla, a vender bisquets. Conoció la pobreza. Allí aprendió a amar al pueblo y a defenderse”, refiere su nieto Ernesto Godoy.
Aurora Reyes ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria, donde se hizo amiga cercana de Frida Kahlo. Cuando fue expulsada por una pelea con una prefecta, se dedicó completamente a sus estudios en San Carlos. Desde 1927 y hasta 1964 fue profesora de artes plásticas.
Desde muy joven militó en el Partido Comunista Mexicano y fue de las fundadoras de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios. Desplegó una profunda labor de lucha social muy ligada al magisterio. Estuvo vinculada con Concha Michel, los hermanos Revueltas, Nicolás Guillén, Juan de la Cabada, Renato Leduc y otros.
Su primer poemario lo publicó en 1947: Hombre de México, seguido de Astro en camino, Nueve estancias en el desierto y Humanos paisajes.
Durante el movimiento estudiantil de 1968, siendo una pintora reconocida, le abría la puerta de su casa a los jóvenes para que pintarán ahí sus mantas y escribieran sus consignas.
Después de la matanza de Tlatelolco, el entonces secretario de Gobernación, Luis Echeverría, le ofreció dirigir Bellas Artes cuando él asumiera la Presidencia. “Mi abuela le dijo: ‘Yo no hago tratos con asesinos’. Eso le valió que la borraran de la historia oficial de México”, contó Ernesto Godoy Lagunes.