Ciudad de México. Transmitir la representación simplificada de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, en su 178 edición, fue un éxito, ya que alcanzó una audiencia que superó 6 millones de televidentes y usuarios de redes sociales.
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La policía capitalina no reportó ningún contratiempo ante el cierre de calles y avenidas en esa alcaldía, efectuada a fin de evitar aglomeraciones por la emergencia sanitaria.
La alcaldesa Clara Brugada informó que, ante las modificaciones que se hicieron para hacer la transmisión por los diferentes medios electrónicos, se logró evitar que la gente saliera de sus casas, donde se mantuvo como espectadora y se aminoró el riesgo de contagio.
Para las autoridades y el comité organizador de la Pasión de Cristo el gran logro fue que la gente no saliera y desde sus hogares siguiera esta procesión. También se aplicaron medidas más severas, como que toda persona que acudiera a la parroquia del Señor de la Cuevita debía tener su prueba Covid-19 con resultado negativo.
Brugada indicó que el no tener espectadores en la calle, como el año pasado, que pese al confinamiento buscaban la forma de salir se debió a la concientización de la gente que ha vivido situaciones difíciles debido a los miles de casos de enfermos y fallecimientos que se han presentado en la alcaldía.
No obstante, reconoció que a lo largo de toda la jornada alrededor de 150 personas intentaron realizar su procesión como cada año lo hacían con la cruz a cuestas; sin embargo, se logró hablar con ellos para que desistieran.
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Entre este grupo se encontraba la familia García, que salió de la colonia Constitución de 1917 y llegó hasta el retén que les impidió subir al cerro de la Estrella.
Los nazarenos, sin oponer resistencia, optaron por regresar, pero aseguraron que cumplían con todas las medidas de seguridad para evitar contagios.
Tito Dominguez, del comité organizador, comentó que la reducción del elenco fue importante y no se tuvieron más de 40 personas en escena, lo que significó un reto por la situación que se vive.