Moscú. El opositor Aleksei Navalny, recluido en la colonia penitenciaria IK-2 de la ciudad de Pokrov, región de Vladimir, se declaró en huelga de hambre ayer hasta que le proporcionen los medicamentos que solicitó y se autorice la visita de un médico de su confianza.
En una breve carta al director del penal, Aleksandr Mujanov, publicada en su cuenta de Instagram, Navalny afirma que no le dejan otra opción que iniciar una huelga de hambre, pues aún no recibe el diclofenaco que pidió para mitigar el dolor y tampoco dejan entrar a su médico.
“Tengo por ley derecho a invitar a un doctor y a recibir medicamentos. No permiten ni lo uno ni lo otro. El dolor en la espalda se pasó a una pierna. No puedo mover parte de la pierna derecha y ahora tampoco de la izquierda, ambas están perdiendo sensibilidad. No es ninguna broma y empiezo a preocuparme”, escribió.
Sostiene que en vez de la atención médica que necesita siguen aplicándole la “tortura de la privación del sueño”, despertándolo “ocho veces cada noche”. Ante esta situación, concluye, “no queda otro método de lucha en el reclusorio que la huelga de hambre”.
Así que, dice Navalny, “aquí estoy acostado hambriento, pero todavía con dos piernas”.