Nueva York. El presidente Joe Biden presentó este miércoles su propuesta de inversión pública masiva de más de 2 billones de dólares en infraestructura nacional, con lo cual continúa el giro en política económica que rompe con el consenso neoliberal de los pasados 40 años, y que incluye medidas de mitigación del cambio climático, fenómeno que su secretaria del Tesoro calificó de “problema existencial”.
En Pittsburgh, Biden reveló su magno proyecto de inversión en la infraestructura nacional declarando que esta inversión no es parecida a “nada que hemos visto o hecho desde que construimos el sistema interestatal de autopistas y la carrera espacial hace décadas”.
Al hablar desde una escuela de capacitación del sindicato nacional de carpinteros, Biden aseguró que su propuesta es también la inversión federal en empleo más significativa desde la Segunda Guerra Mundial.
Y para enfatizar que esta propuesta representa un giro del consenso político y económico que imperó durante los pasados 40 años (que estaba enfocado en la reducción del papel del Estado en la economía, promover la privatización y desmantelar la red de bienestar social y supuestamente incentivar al sector empresarial con reducciones de impuestos), Biden declaró: “Esta es la verdad: todos somos beneficiados cuando todos estamos bien. Es hora de construir nuestra economía desde abajo hacia arriba y no desde arriba hacia abajo”.
El llamado Plan de Empleos Estadunidenses es la segunda propuesta económica ambiciosa del nuevo gobierno de Biden, presentada sólo semanas después de la aprobación de su plan de rescate económico por 1.9 billones de dólares, que marcó el inicio del cambio en la política económica, que, según algunos economistas, marcan el fin de la era neoliberal en Estados Unidos por ahora (https://www.jornada.com.mx/2021/03/21/economia/015n1eco).
La inversión pública en infraestructura física del país se ha desplomado durante las pasadas cinco décadas, y Biden resaltó que Estados Unidos ahora ocupa el decimotercer lugar a escala mundial en este rubro. La pandemia y los efectos del cambio climático han dejado al descubierto el deterioro de carreteras, puentes, puertos, escuelas, sistemas de agua potable, vías férreas, transporte público y más.
La propuesta de Biden también incluye inversiones públicas masivas en rubros más allá de las obras físicas, en lo que llaman “infraestructura de investigación”, que incluye proyectos de investigación científica, médica y energética. También busca subsidiar el traslado de sectores a una economía “verde”, con más apoyos, por ejemplo, a transporte eléctrico, desde autobuses públicos a automóviles privados, mayor eficiencia energética en escuelas e universidades comunitarias, así como mejorar las condiciones para trabajadores y estudiantes en sectores de apoyo social.
Biden afirmó que esta propuesta generará millones de nuevos empleos; subrayó que deberán ser sindicalizados e incorporar a sectores que ayudarán a mitigar el cambio climático y promover alternativas a la dependencia sobre hidrocarburos, creando una “infraestructura verde”.
El plan es apenas un esquema detallado y se inicia ahora una intensa negociación con el Congreso para elaborar un proyecto de ley. Esa negociación se complicará, señalan expertos, ya que el gobierno de Biden propone financiar buena parte del paquete con el incremento de impuestos a empresas y los ricos (aquellos con ingresos mayores de 400 mil dólares anuales), algo que algunos líderes republicanos ya rechazan de antemano.
Algunos observadores liberales expresan sorpresa de que Biden promueva este giro en la política económica. “Ahora, algo inesperado y milagroso está ocurriendo: Joe Biden, el más centrista de los candidatos demócratas de 2020, está gobernando como si fuera Franklin Roosevelt”, comentó el analista político Robert Kuttner, editor del American Prospect.
Mientras tanto, en Washington, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, calificó ayer el cambio climático como “amenaza existencial” y riesgo emergente mayor para el sistema financiero de Estados Unidos.