Ciudad de México. El Museo Universitario del Chopo, que se ha posicionado como un espacio para la difusión del arte, la cultura y la movilización del pensamiento, puso a disposición del público el archivo digital Desobediente, que el recinto ha resguardado y se encuentra dividido en Fondo Histórico, las colecciones Heterodoxias y la Fanzinoteca.
La plataforma digital pretende dar acceso al acervo documental y gráfico a través de los cuales es posible establecer procesos de memoria y acercarse a colectivos, proyectos y personas vinculadas a prácticas culturales consideradas marginales, underground, desobedientes.
En entrevista, José Luis Paredes Pacho, director del museo universitario, expresó que el archivo digital es un repositorio que permite acceder a un fragmento del acervo documental del recinto.
“Es un archivo que hemos trabajado prácticamente desde que llegamos a la dirección del museo y parte de esto que hemos realizado es generar una plataforma digital para consulta remota, es decir, que se tendrá acceso a los acervos que se pueden consultar de forma presencial en el recinto y que están divididos en tres secciones, una es el acervo histórico, con todas las actividades desde la fundación del museo; otra la llamamos las colecciones heterodoxias, que son archivos personales de protagonistas de culturas o de las escenas alternativas que nos han acercado sus acervos para ser digitalizados, y la tercera sección es la Fanzinoteca.
“En la última sección se encuentra toda esta producción de fanzines, una práctica que se introduce en México a principios de los años 80, que no ha parado y hoy día sigue teniendo lugar. Se trata de una producción que ninguna hemeroteca está resguardando en el país, así que la Fanzinoteca del Chopo vendría a ser la única Fanzinoteca del país para conservar o resguardar el acervo de estos productos que finalmente representan la visión del mundo y de la juventud marginal de fianales de la segunda mitad del siglo XX mexicano”.
El objetivo de Desobediente es la difusión, revalorización y apuesta a futuro de proyectos, personas y prácticas que desde el museo, la calle, los clubes, los ejercicios editoriales radicales o la música configuran transformaciones fundamentales en el arte y la cultura en México.
Este es un espacio en continua construcción y aprendizaje, que además de memoria, busca mostrarse como un instrumento para producir acción. “Queremos reconocer y replicar de esta forma las prácticas que apuntan a construir un archivo distinto, abierto, dispuesto a la colaboración y a la puesta en común, que trabaje activamente en conservar y difundir las memorias de todxs.”
Acerca la Fanzinoteca, José Luis Paredes Pacho comentó que al leer los fanzines de los años 80 vamos a encontrar “una producción artística junto con artículos de opinión que te hablan de la realidad que vivían los productores de los fanzines, que a su vez son miembros de las comunidades culturales subterráneas de aquellos años.
“Ahí podemos enterarnos de opiniones de carácter político, reflexiones sobre las bandas, reflejo de las prácticas de las comunidades musicales. En muchos fanzines de aquellos años aparece el Museo del Chopo porque fue parte de estos movimientos.
“Los punks, por ejemplo, se reunían en sus inmediaciones. Uno de los colectivos punks incluso realizaba sus reuniones en el Chopo y llegaban a organizar algunos eventos. Los fanzines son la opinión, el punto de vista de las juventudes marginales de la segunda mitad del siglo XX.”
El director del museo universitario explicó que el archivo digital Desobediente se complementa con la temática de la contracultura, porque el repositorio sobreviviente forma parte de algunas expresiones contraculturales, que es uno de los temas que se debatirán por activistas en el ciclo de conversaciones Arte, política y contracultura que se desarrollará en las plataformas digitales del recinto del 6 de abril al 18 de mayo.
Para Paredes Pacho, en estos tiempos de pandemia ha sido muy importante contar con espacios de reflexión relacionados con la vocación del museo. “Todo lo que hemos programado tiene que ver con el plan estratégico que diseñamos cuando llegamos a la dirección; arte, política y contracultura es un trinomio vinculado a la historia del Chopo, pero también somos un centro cultural que incluye las artes vivas y exposiciones, experimentación literaria y la reflexión crítica y autocrítica desde lo alternativo”.