Que los usuarios permitan a los bancos tener acceso a su geolocalización no implica que las instituciones ni las autoridades hagan un rastreo permanente de los clientes, indicó Óscar Rosado Jiménez, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

En entrevista con La Jornada, el titular del organismo defensor aseguró que por el momento no hay ninguna queja al respecto, pero existen muchas dudas por parte de los clientes de la banca. En caso de haber reclamaciones, dijo, estas serán tomadas y procesadas de forma oportuna.

“Las mayor preocupación de los usuarios es si la geolocalización es permanente, si el usuario estará permanentemente geolocalizado por tener una aplicación, y la respuesta es no, esto se activa solamente al realizar una transacción, un pago o cualquier otra operación. Al momento que el usuario lo concluye, se termina el proceso de geolocalización”, refirió.

El martes de la semana pasada, los bancos, en seguimiento a una disposición oficial que se dio a conocer en 2019, comenzaron a pedir a los clientes de la banca el acceso a su ubicación al momento de utilizar sus aplicaciones móviles o los servicios en línea (en computadoras o tabletas electrónicas).

La medida ha despertado dudas y temores de los usuarios, pues dudan si los bancos con esto espiarán a sus clientes o si podrán resguardar correctamente esta información privada.

En este sentido, Rosado Jiménez precisó que los bancos podrán tener acceso a esta información por un lapso de 10 años, pero toda está resguardada y bajo el término de secreto bancario.

“Los usuarios preguntan cuánto tiempo se compartirá la información. El banco guarda esta información por un lapso de 10 años y son datos completamente reservados, y que solamente pueden ser solicitados por las autoridades”, refirió.

Otra de las preguntas más frecuentes de los usuarios por el momento es si esta disposición es legal “y nosotros respondemos que es completamente legal y se basa en una recomendación internacional que tiene como fin prevenir todos los temas de lavado de dinero”.

La medida funciona de la siguiente manera: cuando el usuario accede a la aplicación, el banco tendrá acceso a la ubicación del dispositivo desde el que entra a los servicios para hacer consultas o transacciones. En caso que la localización a las 9 horas sea en la Ciudad de México, y a las 9:20 sea en Nuevo León, la institución solicitará al cliente permitir o no la transacción.

“También nos preguntan qué pasará en caso que el usuario se encuentre en otro país o salga de vacaciones en algún momento determinado. Si el dispositivo es el permitido por el cliente, se le solicitará al cliente solamente autorizar la transferencia, y no habrá problema alguno. Es totalmente segura esta medida”, argumentó.

El titular de Condusef recordó que la medida, que próximamente entrará a disposición de otras instituciones financieras, como las Sociedades Financieras Populares o Cooperativas de Ahorro no es nueva y no se debe a ningún tema relacionado con la pandemia de Covid-19.

“Estamos viviendo un momento de cambio muy fuerte, algo que ha pasado a lo largo de los pasados 10 años. Antes para ver a donde iban los recursos había que esperar semanas o meses porque todo era en papel, ahora todo es digital y en minutos, son mayores candados de seguridad de la banca y las autoridades del sistema financiero”, apuntó.