A fin de impulsar la economía luego del impacto por la pandemia de Covid-19, este jueves entrarán en vigor dos medidas en Nueva Zelanda: un aumento al salario mínimo y un aumento de los impuestos a los más ricos.
El salario mínimo en aquel país pasará de 18.90 dólares neozelandeses la hora (equivalentes a 13.19 dólares) a 20 dólares neozelandeses (13.96 dólares), lo cual se prevé que beneficie a 175 mil 500 trabajadores.
Mientras que aquellas personas que ganen más de 180 mil dólares neozelandeses anuales pagarán un impuesto de hasta 39 por ciento contra el máximo de 33 por ciento a que han estado sujetas. Esta medida atañe a cerca de 2 por ciento de la población.
Con estas disposiciones se cumple una promesa electoral y que representan “mejoras reales y muy esperadas en el apoyo que brindamos a nuestros más vulnerables”, señaló la primera ministra, Jacinda Ardern, citada por The Guardian.
Durante los últimos cuatro años, Ardern ha llevado a cabo un aumento gradual del salario mínimo, el cual suma 4.25 dólares neozelandeses.
Además, Ardern ha alentado a los empleadores a considerar la adopción de una semana laboral de cuatro días.
Debido a la incertidumbre económica causada por el Covid-19, el Ministerio de Negocios, Innovación y Empleo había aconsejado al gobierno que retrasara el aumento del salario mínimo.
En tanto la facción de oposición, el Partido Nacional, mostró su desacuerdo. “Incrementar drásticamente el salario mínimo durante un periodo de extrema incertidumbre para las pequeñas empresas es un vandalismo económico”, advirtió el portavoz de relaciones laborales, Scott Simpson, citado por The Guardian.