El papa Francisco instó este lunes a los sacerdotes y seminaristas mexicanos que estudian en Roma a encarar, cuando regresen a su país, los mayores problemas de México: violencia, desigualdad y corrupción.
En un discurso pronunciado en la sala Clementina del Vaticano, ante unos 85 sacerdotes del Pontificio Colegio Mexicano de Roma, el prelado recordó las dificultades que atraviesa México y el resto de los países latinoamericanos a causa de la pandemia, lo que ha agravado los grandes males sociales y económicos de la región.
“Ante todo, necesitamos tener la mirada de ternura con que nuestro Padre Dios ve las problemáticas que afligen a la sociedad: violencia, desigualdades sociales y económicas, polarización, corrupción y falta de esperanza, especialmente entre los más jóvenes”, subrayó.
Les pidió que miren la realidad con “ternura” y que trabajen ante todo por la “reconciliación”, en particular con los marginados, como las poblaciones indígenas.
“Las dificultades sociales por las que atravesamos, las enormes diferencias y la corrupción nos exigen una mirada que nos haga capaces de tejer los distintos hilos que se han debilitado o han sido cortados en la multicolor tilma de culturas que conforma el tejido social y religioso de la nación, prestando atención, sobre todo, a aquéllos descartados a causa de sus raíces indígenas o de su particular religiosidad popular.”
El Domingo de Ramos, el prelado pidió a los feligreses “no pasar de largo ante los hermanos en dificultad”.