La iniciativa de reforma al sector de energía que se envió al Congreso fue elaborada para “quitarle las aristas más filosas a la llamada reforma energética; es la reforma perversa, dañina, que se aprobó para saquear, para robar, para beneficiar a una minoría”, argumentó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el Salón Tesorería de Palacio Nacional, el mandatario también abordó la crisis migratoria de personas procedentes de Centroamérica, con su reiterado llamado al gobierno de Estados Unidos a “invertir ya” los 4 mil millones de dólares que Joe Biden prometió a la región. Y al recordar que respetará la veda electoral, aclaró que no habrá giras públicas al interior del país, pero sí viajará sin avisar para supervisar obras de su gobierno.
Al abundar en su propuesta de reformas secundarias para derrotar el contrabando de energéticos, advirtió que ya enfrenta –antes de que se apruebe– una andanada mediática de los sectores con intereses: “No tiene que ver con derogar la reforma energética. Es una actitud moderada. No estamos revocando los contratos que entregaron para extraer petróleo con el mecanismo de utilidad compartida, no estamos quitando tampoco concesiones mineras ni estamos cancelado contratos en la industria eléctrica”.
La nota es la nota
De esa forma, insistió en que la reforma energética del gobierno de Enrique Peña Nieto es fruto de la corrupción, y “no leo nada de eso en la prensa ni escucho nada en la radio, ni veo nada en la televisión de que se aprobó con sobornos que entregaron a legisladores. La nota es la nota.
“¿Saben dónde se hicieron esos cambios? En los despachos de las empresas petroleras, es una vergüenza todo esto que sucedió, en los despachos de las empresas eléctricas, los abogados, los fiscalistas diseñaron las reformas legislativas que se aprobaron.”
Aquel cambio constitucional y a 38 leyes reglamentarias, aprobadas con la anuencia de legisladores que recibieron dinero a cambio de su voto –dijo–, significó la entrega “a diestra y siniestra” de concesiones para la importación de combustibles. “¿Saben cuántas concesiones entregaron para importar combustibles? Más de mil para un volumen tres veces mayor a lo que consumimos de combustibles”.
Sembrando Vida, referente
Como ha insistido en semanas recientes, dijo que el gobierno de Joe Biden debe “invertir ya” los 4 mil millones de dólares prometidos para la reactivación en Centroamérica. Y expuso que el programa Sembrando Vida, implementado por su administración, significaría una alternativa de empleo en aquella región.
“Nosotros estamos cultivado un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables, un millón de hectáreas y se le está dando trabajo a 420 mil sembradores. Con una inversión de mil 200 millones de dólares. Si este programa, que se puede aplicar en Guatemala, en Honduras y en El Salvador, se amplía a 4 millones de hectáreas, estaríamos hablado de un millón 600 mil empleos, aproximadamente.”
Y ante el proceso electoral en ciernes, repitió que no hará giras para respetar la libertad de elección de los ciudadanos. Se comprometió a que su gobierno de seis años se signifique en uno de 12 años, porque él ha trabajado, y así lo hará, 16 horas diarias, como “decía San Benito: ‘Ocho horas para trabajar, ocho horas para pensar y ocho horas para descansar’”.