Mientras que las telecomunicaciones en el mundo van hacia la convergencia total, en México se separaron los servicios. La razón es que América Móvil (Telcel y Telmex) es preponderante en el mercado y como Televisa no ha podido ganar mercado, presiona a las autoridades para que no le permitan integrar televisión a sus servicios.
En estas condiciones, México avanza lentamente en los servicios de telefonía e Internet, con una baja sistemática de precios, pero en el caso de la radiodifusión y, en especial, de la televisión de paga (en donde Televisa es preponderante) los precios se incrementan en perjuicio del consumidor.
A principios de marzo la Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmó en definitiva la preponderancia de América Móvil, por lo que se mantienen 186 restricciones o “medidas asimétricas” contra la empresa de Carlos Slim.
En principio esta medida podría considerarse de justicia social, ya que hay una firma que domina el mercado. Sin embargo, la realidad es que las restricciones a la empresa de Slim a quien perjudican es a los consumidores, porque no se llevan a cabo inversiones suficientes y los servicios que se ofrecen en el país son más caros que en el extranjero.
Después de tres lustros de imponer restricciones legales a América Móvil, se ha comprobado que las medidas no han generado un mercado más equilibrado. Por lo que la conclusión es que, si se mantienen las mismas políticas, es imposible obtener resultados diferentes en beneficio del consumidor final.
Si se quiere reducir la participación de mercado de la empresa de Slim, hay que dividirla en dos o más participantes, como lo hizo el gobierno de Estados Unidos con la Standard Oil de John D. Rockefeller en 1899. Gracias a esa división se acabó con el monopolio petrolero y se logró estimular la competencia.
En el caso de la preponderancia de Televisa en televisión de paga, la solución es más fácil, simplemente con que le quiten los candados a América Móvil se acabará con ese cuasimonopolio, debido a que la firma de Slim cuenta con este servicio en América Latina a precios competitivos.
A los consumidores nos urge que las autoridades cambien de estrategia en materia de telecomunicaciones para generar nuevas inversiones en este sector vital para la economía.