Ciudad de México. La recuperación económica en México depende de la velocidad de la vacunación, el impulso que brinde el crecimiento de Estados Unidos y la restauración de los mercados laborales, advirtió el Banco Mundial. Prevé que el producto interno bruto (PIB) crezca 4.5 en 2021, superior al 3.7 por ciento del pronóstico previo, pero consideró que la incertidumbre sobre la pandemia seguirá pesando en el mercado interno.
Agregó que la ya lenta recuperación de la inversión se verá más entorpecida si no se ajusta a la participación privada en sectores como el energético; y advirtió que diversos factores –como amortiguadores fiscales ya desgastados, mayor gasto y el objetivo de que la deuda sea sostenible– “exigen una reforma tributaria para ampliar el espacio fiscal”.
El Banco Mundial publicó sus estimados de crecimiento para América Latina: prevé que tras una caída de 6.7 por ciento el año pasado, se dé un crecimiento de 4.4 por ciento este año. Para México estima que tras la contracción de 8.2 por ciento en 2020, el PIB rebote 4.5 por ciento en 2021.
Sobre México, Martín Rama, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, detalló que, a diferencia de otros pares en América Latina, dio menos apoyo fiscal (menos de uno por ciento del PIB) y eso afectó a las familias, pero se tiene una situación fiscal más manejable. Además se ve el interés de recomponer cadenas de valor derivado de la crisis.
De acuerdo con los estimados del organismo, con una caída de 8.2 por ciento el año pasado y el incremento de la deuda a un equivalente de 52.3 por ciento del PIB, la tasa de pobreza –medida en menos de 5.5 dólares al día– aumentó a 24.8 por ciento de la población mexicana y sólo descenderá a niveles previos a la pandemia de Covid-19 hasta 2023.
Al presentar el informe Volver a crecer, Martín Rama expuso que América Latina es la región más golpeada por la crisis de coronavirus; “no sólo le fue muy mal en el tema de salud, le fue peor que a las demás”. El exceso de mortalidad –número de muertes respecto a los periodos comparables de años previos– alcanzó el año pasado 90 por ciento, mientras en otros países promedió alrededor de 30 por ciento.
Hace un año se pensaba que el confinamiento sería breve, que los países latinoamericanos estaban mejor preparados para enfrentar la pandemia, porque antes de los primeros brotes en la región ya se había visto lo ocurrido en España e Italia en la primera ola, abundó.
“Hoy es muy claro que América Latina es la región más golpeada del mundo” tanto por el número de muertos como por el tamaño de la pérdida económica. La caída de la actividad el año pasado fue más profunda de lo que se esperaba y aunque hay señales de recuperación en 2021, “hay muchas razones para ser pesimistas”.