“Cuando uno está en el campo de tiro cada flecha es un mundo de pensamientos. Había pasado por tanto que era inevitable, por lo que implicaba y estaba en juego”, confiesa el arquero Luis Antonio Álvarez sobre el llanto soltado el sábado al ganar la medalla de bronce en el Campeonato Panamericano de Tiro con Arco en Monterrey y, con ello, la plaza olímpica para Tokio.
Como si fuera una película, por su cabeza pasaron momentos del frustrante ciclo de altibajos y malas decisiones de las autoridades que lo dejó fuera de Río 2016.
Atrás quedó la imagen del arquero mexicalense con paliacate que sorprendió ganando una Copa Mundial en Estados Unidos 2012 y torneos internacionales para integrar el equipo con Juan René Serrano y Luis Eduardo Vélez, su actual entrenador, quienes finalizaron con un cuarto lugar en la justa veraniega de Londres ese mismo año.
En los recuerdos brota el debut olímpico a los 20 años del bajacaliforniano, que terminó en dieciseisavos de final en la ronda individual. La emoción lo embarga al retornar a un escenario que lo cautivó.
Después de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y tras más de un año sin competencias por la pandemia del Covid, Álvarez Murillo no flaqueó y siguió practicando donde se pudiera tras el cierre del CNAR, que era su casa de entrenamiento con Javier Rojas y Ángel Alvarado, y al que regresan hoy para continuar la preparación a la Copa del Mundo de París en junio, último clasificatorio por equipos, al igual que el conjunto femenil de Alejandra Valencia, Aída Román y Ana Paula Vázquez rumbo a la cita olímpica japonesa.
“Ha sido un año difícil para todos. Se dio el primer paso y hay que dar el siguiente con trabajo de conjunto. Echarle ganas y mejorar. Es un aliciente a pesar de que seguimos con la pandemia y tenemos que cuidarnos para seguir adelante y buena actitud”, refiere Luis Antonio.
El arquero tendrá que mostrar constancia en los selectivos que pudieran programarse o esperar el certamen francés para ver la clasificación final del ranking mundial.