Con un sarape y un cigarro, Clint Eastwood interpretó a un tirador que llevó un poco del polvo dorado de Hollywood a España. Filmados en el desierto de Andalucía, los spaghetti westerns de Sergio Leone (Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el malo y el feo) dieron un poco de glamur arenoso a una época en que ese país estaba aislado a causa de la dictadura de Francisco Franco.
Casi medio siglo después, una nueva generación se ha emocionado con las ocurrencias de El Profesor y su banda de ladrones en el éxito internacional y La casa de papel, así como otras series españolas de televisión como Élite, Veneno o El desorden que dejas.
Ahora España quiere aprovechar este éxito invirtiendo mil 600 millones de euros en la industria del cine, la televisión y los videojuegos, con la esperanza de atraer inversión extranjera.
Promover el talento local
Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España, dice que el objetivo es hacer de su país un punto de referencia europeo para el sector audiovisual entre este año y 2025. El dinero vendrá de los fondos de la Unión Europea para ayudar a la nación a recuperarse de la devastación económica causada por la pandemia del Covid-19.
Para agregar glamur al anuncio, el lanzamiento se hizo en presencia de James Costos, productor de Hollywood y antiguo embajador de Estados Unidos en Madrid, además de la directora Isabel Coixet.
Álvaro Longoria, director español y productor, dijo: “Doy la bienvenida a la inversión en la industria del cine, pero no creo que debiéramos estar gastando dinero europeo para hacer de España un lugar atractivo para las grandes productoras estadunidenses. Deberíamos estar promoviendo a productores y talento españoles y europeos. Ya no somos más un lugar barato para venir y grabar, hemos pasado esa etapa”.
Mucho después de que Clint Eastwood dejara España por última vez, entusiastas tratan de preservar la memoria de esas películas que capturaron el espíritu del viejo oeste en una esquina polvorienta de Almería. La Asociación Sad Hill se formó para preservar el cementerio donde la última escena de El bueno, el malo y el feo tiene lugar.
En esa escena, los personajes interpretados por Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach, se encuentran en el cementerio para sostener un duelo a tres bandas que decidirá quién se quedará con el oro enterrado en una de las tumbas.
David Alva, de la Asociación Sad Hill, asegura que los spaghetti westerns fueron importantes para España en los años 60 y 70. “Trajeron ganancias económicas y también eran usados por Franco como propaganda para mostrar que el país estaba abierto a los negocios. Estas películas siguen siendo relevantes hoy en día, incluso aunque han recibido críticas de algunos sectores”.
Roberto Sánchez, secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructura Digital, dijo a The Independent que España ha recorrido un largo camino desde los filmes de Leone. “La industria audiovisual española tiene una larga historia que ha ayudado a desarrollar muchas compañías competitivas y profesionales con talento, como se ha mostrado por las numerosas producciones creadas y desarrolladas completamente en el país. Este plan apunta a apoyar no sólo películas o series de televisión, sino también animación, videojuegos y competencias en un mundo digital en el que las fronteras nacionales están borrosas”.