El muralismo mexicano sigue vigente a 100 años de su nacimiento. En la actualidad ha diversificado sus temas y existen obras en todos los estados del país y en muchas naciones del mundo, coincidieron los pintores Anayansi López Martínez y Julio Carrasco Bretón en la mesa Muralismo, estética e ideología ayer y hoy, realizada este lunes.
En el primer Congreso Internacional a 100 años del Muralismo Mexicano, López Martínez, Carrasco Bretón y Alberto Híjar se refirieron a la escuela pictórica directamente vinculada con el momento histórico que la rodea.
El crítico de arte Alberto Híjar evocó a su maestro David Alfaro Siqueiros, quien hace 100 años divulgó en Barcelona los “Tres llamamientos de orientación actual a los pintores y escultores de la nueva generación americana”. Recordó que entonces, en Europa y América, “crecía la urgencia de liquidar la tradición individualista y con ella el aura artística con toda su verborrea sobre la genialidad y lo sublime de los artistas”.
Desde ahí realizó un recorrido minucioso por las preocupaciones y batallas que ocurrieron a lo largo del siglo XX en el ámbito de las ideas en el mundo, con un marcado sentido internacionalista y de vinculación entre el arte y lo político-social, hasta llegar al Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Criticó la supeditación de los artistas ante el Estado y ejemplificó el ir a las comunidades con el trabajo de la pintora Lucía Vidales, en el barrio de Santo Domingo, quien realizó unos 20 murales en defensa del manantial.
La muralista y escultora Anayansi López destacó que la “característica más bella del muralismo es la capacidad de narrar historias y de plasmar los saberes de los pueblos.
“El muralista tiene una labor noble e importante, como artista e individuo: la de entrar en la comunidad, aprender y ser parte de ella. Eso también ha permitido que el artista baje de un pedestal romántico y tenga la disposición de escuchar.”
La integrante del Movimiento de Muralistas Mexicanos reconoció la presencia de colegas como Mónica Corrales y Marila Tarabay, quienes hacen visible la presencia femenina en el muralismo actual. “También hay mujeres que históricamente han sido de gran importancia: Aurora Reyes, Rina Lazo, Silvia Pardo, María Izquierdo, la comandanta Ramona, Emma Goldman, Lía García, La Novia Sirena, y muchas más”.
El pintor y muralista Julio Carrasco, desde Francia, sostuvo que los artistas “tenemos un compromiso social; no podemos ser ajenos a nuestra modalidad histórica y debemos reflejar en nuestros murales las reflexiones, los anhelos, las preocupaciones y los rezagos históricos que aún existen en Latinoamérica”.
Afirmó que este movimiento es uno de los 25 más importantes a escala internacional, pues tuvo cobertura no sólo en América Latina, sino en Europa y Estados Unidos.
En el presente hay obra mural en toda la Latinoamérica, mencionó. En México hay creadores de esta escuela en todos los estados. “No estamos en extinción, seguimos trabajando en otras trincheras o en el extranjero. Hay miles de murales en Latinoamérica. Los de Atenco, Acteal, Ayotzinapa o los feminicidios empezando en Ciudad Juárez. El muralismo se ha diversificado, no es decorativo”.