El Vaticano. El papa Francisco instó este lunes a los sacerdotes y seminaristas mexicanos que estudian en Roma a encarar cuando regresen a su país los mayores problemas de México: "violencia", "desigualdad" y "corrupción".
En un discurso pronunciado en la sala Clementina del Vaticano, ante unos 85 sacerdotes del Pontificio Colegio Mexicano de Roma, el papa recordó las dificultades que atraviesa México y el resto de los países latinoamericanos, a causa de la pandemia, lo que ha agravado los grandes males sociales y económicos de la región.
"Ante todo, necesitamos tener la mirada de ternura con que nuestro Padre Dios ve las problemáticas que afligen a la sociedad: violencia, desigualdades sociales y económicas, polarización, corrupción y falta de esperanza, especialmente entre los más jóvenes", subrayó.
El pontífice argentino les pidió que miren la realidad con "ternura" y que trabajen ante todo por la "reconciliación", en particular con los marginados, como las poblaciones indígenas.
"Las dificultades sociales por las que atravesamos, las enormes diferencias y la corrupción nos exigen una mirada que nos haga capaces de tejer los distintos hilos que se han debilitado o han sido cortados en la multicolor tilma de culturas que conforma el tejido social y religioso de la nación, prestando atención, sobre todo, a aquellos descartados a causa de sus raíces indígenas o de su particular religiosidad popular", recalcó.
Francisco, que realizó en 2016 un importante viaje a México, recordó que la Iglesia mexicana debe trabajar para "recomponer relaciones respetuosas y constructivas" y se refirió también a las "negligencias y faltas" que hay que corregir.
"Estamos llamados a no subestimar las tentaciones mundanas que pueden llevarnos a un insuficiente conocimiento personal, a actitudes autorreferenciales, al consumismo y a las múltiples formas de evasión de nuestras responsabilidades", advirtió.
El tradicional encuentro anual, terminó también con música.