Ciudad de México. Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex) llegó a ser una potencia en fabricación de vacunas. Hasta 50 millones de dosis al año se elaboraban en la planta; el país era autosuficiente, pero desde finales de la década de los 80 se empezó a abandonar esta actividad para priorizar las compras a privados. Incluso, “hay indicios” de que en el pasado se causó un daño patrimonial al organismo, afirma el director de la empresa paraestatal, Pedro Zenteno Santaella.
La Secretaría de la Función Pública (SFP) está investigando. Este diario documentó que la pasada administración reconoció que hubo una pérdida de mil millones de pesos por la fallida construcción de una planta para envasar la vacuna contra la influenza como parte de un contrato con el laboratorio Sanofi Pasteur (La Jornada, 5/11/19).
En entrevista, Zenteno adelanta que están en revisión la asociación público privada y el mencionado contrato, cuya vigencia es de 15 años y está previsto que concluya en 2032.
El documento establece que Birmex comprará a la firma de capital francés 15 millones de vacunas contra la influenza y 1.5 millones de la vacuna hexavalente cada año.
Para el funcionario, el convenio comercial es “leonino” y explica que trabaja en el rescate de Birmex para sumarlo a la producción de vacunas contra Covid-19.
Con escasos seis meses al frente de la paraestatal, asegura que a mediados de 2022 se pondrá en marcha la distribuidora nacional de insumos para la salud. El plan maestro se sometió a consideración de la Secretaría de Hacienda, pues se necesitan, de inicio, 4 mil millones de pesos.
Además, Birmex mantiene las actividades de intermediaria para la compra de vacunas del esquema universal, la distribución de biológicos anti-Covid y está el plan de que fabrique los medicamentos de mayor consumo en el país.
Enseguida, la conversación del director de Birmex con este diario:
–¿Cómo encontró a Birmex?
–La empresa, parada; las dos cadenas de producción de vacunas y sueros, paradas, con falta de equipos y sin poder operar porque no se hicieron las adecuaciones para cumplir con las normas. Ya la estamos remodelando y compraremos nuevas ollas de llenado de vacunas. Tenemos una en polietileno de baja densidad; ahí se llenaba la vacuna contra poliomielitis, pero requerimos una para envasar en vidrio.
–¿Birmex va a envasar vacunas contra el Covid-19?
–Sí. Con una inversión de 27 millones de pesos. Mientras, podemos participar en el tratamiento de la sustancia activa, prepararla para el envasado. Se ofrecerá este servicio al laboratorio Liomont con la vacuna de AstraZeneca y a la empresa Drugmex con la china de CanSino Biologics. El objetivo es aumentar la capacidad de producción del país. En un mes y medio estaremos listos para esto. La Cofepris está revisando la planta.
–Sobre el sistema nacional de distribución de insumos para la salud…
–Es un proyecto de seguridad nacional; estará en 15 meses, un tiempo récord. Se construirán cuatro centros de distribución totalmente automatizados para tener la trazabilidad de los medicamentos desde la compra hasta su entrega a los pacientes. El plan maestro se presentó a la Secretaría de Hacienda para su inclusión en la cartera de inversión. Necesitamos, de inicio, 4 mil millones de pesos. Estamos en las gestiones para tener los terrenos.
“La coyuntura de la pandemia reactivó a Birmex en la comercialización de vacunas. Colaboramos para traer y distribuir la vacuna de AstraZeneca a través del Instituto Serum de India, también la rusa Sputnik V, así como las chinas Sinovac y CanSino. Es posible que también entreguemos de Pfizer porque llegarán volúmenes más grandes.”
Labor de intermediario
–¿Cuál es el presupuesto de Birmex?
–Tiene recursos por ingresos propios, 6 mil millones de pesos al año, por la venta de sedantes, oncológicos, sueros y vacunas. Esta labor de intermediario es lo único que dejaron (los gobiernos pasados), aunque lo hacían como negocio para ellos. A Birmex le dejaba ingresos mínimos; había corrupción en grande.
–¿Cuál es la situación del contrato entre Birmex y Sanofi Pasteur?
–Es un negocio leonino en contra de los intereses de la paraestatal. Lo estamos revisando. Se pueden hacer adecuaciones porque la transferencia tecnológica que Birmex tendrá al final del contrato para fabricar la vacuna contra influenza es de risa. Esa tecnología ya no va a ser útil, pero esa fue la ilusión que vendieron. Lo vamos a poner a consideración del consejo de administración.
“Birmex llegó a producir 50 millones de vacunas al año en las décadas de los 80 y 90. Fuimos potencia mundial. Incluso personas del Instituto Serum de India vinieron en esos años a capacitarse. Ahora les compramos vacunas. Ellos sí tuvieron visión.”
–¿Birmex va a comprar vacunas del esquema universal, ya que no entraron en la compra que realiza la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops)? ¿Van a distribuir medicamentos?
–Sí, estamos en el estudio de mercado sobre seis vacunas. Nos informaron que quedaron desiertas y compraremos la triple viral (sarampión, rubeola y parotiditis), contra tuberculosis (BCG) y difteria, tosferina y tétanos (DPT), entre otras. De la distribución, podríamos entregar a los institutos de salud y hospitales de alta especialidad. Además, tenemos el plan de fabricar los 10 medicamentos más utilizados para diabetes, hipertensión, antibióticos y analgésicos, entre otros.
–¿Hay auditorías pendientes?
–Son varias las que realiza la SFP. Aún no se determina, pero hay indicios de daño patrimonial. No adelantamos nada para no tiznar a nadie antes de tiempo.