Para que la justicia sea transparente y abierta no basta con que todas las sentencias del Poder Judicial sean públicas, como ordena desde febrero la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información, sino se requiere urgentemente un cambio en todo el lenguaje que se emplea en el ámbito jurídico, de acuerdo con el ministro de la Suprema Corte de la Nación (SCJN) José Luis González Alcántara.
Al participar en el panel Justicia Abierta, organizado por el Sistema Nacional de Transparencia (SNT), señaló que se debe desterrar del ejercicio jurídico el lenguaje oscuro y formalista que no comprende nadie fuera de los abogados.
“Si las sentencias son ahora de todos, de interés de la sociedad, deben hablar para todos, despojadas de trampas semánticas”, afirmó, y sostuvo que todos los participantes en el escenario jurídico deben asumir con convicción que la técnica radica en la determinación clara y precisa de lo resuelto y no en un complejo entramado de frases y fórmulas procesales que no entienden las partes. Se debe escribir, dijo, para la ciudadanía.
La publicidad de las sentencias requiere de sensibilidad. “Es cierto que la elaboración de versiones públicas de todas las sentencias impone una carga laboral relevante para nuestros tribunales; sin embargo, puede ser paleada haciéndola más eficaz” en su proceso de engrose, es decir, cuando se revisan y complementan luego de haber sido aprobadas.