Berlín. La canciller de Alemania, Angela Merkel, atribuyó parte de las dificultades de su país durante la pandemia del coronavirus -desde la lenta campaña de vacunación a las disputas sobre cuarentenas- a una “tendencia hacia el perfeccionismo” y pidió más flexibilidad para combatir el nuevo repunte de casos.
En una entrevista de una hora en televisión con la cadena pública ARD emitida el domingo por la noche, Merkel admitió que su gobierno ha cometido errores, por ejemplo al planificar una cuarentena en Pascua, que tuvo que cancelarse.
La veterana líder también expresó su frustración por las acciones de algunos gobernadores de estados alemanes, incluidos algunos de su propio partido, que se han resistido a imponer restricciones que ya habían aceptado antes.
Pero Merkel, que no se presenta de nuevo en las elecciones nacionales de septiembre, dijo que mantiene su promesa de ofrecer una vacuna a todos los adultos del país para el final del verano, e insistió en que Alemania sigue estando bien en comparación con casi todos sus vecinos.
“Quizá en ocasiones somos muy perfeccionistas y queremos hacerlo todo bien, porque obviamente quien comete un error siempre enfrenta muchas críticas públicas”, dijo la mandataria.
“Pero también tiene que haber flexibilidad”, añadió. “Creo que ese es un atributo que como alemanes quizá tengamos que aprender un poco más, junto con nuestra tendencia hacia el perfeccionismo”.
Puso el ejemplo de la necesidad de que médicos y centros de vacunaciones tuvieran listas a mano de personas que puedan recibir vacunas sobrantes al final del día. Para el domingo, en torno al 10,8% de la población alemana había recibido una primera dosis, un porcentaje mucho menor que el de Gran Bretaña, Estados Unidos o Israel.