Madrid. Las imágenes de turistas borrachos gritando por las calles y de la policía irrumpiendo en fiestas ilegales irritaban este lunes a los madrileños, impedidos de salir de su región en Semana Santa mientras las fronteras internacionales siguen abiertas.
Los periódicos y canales de televisión reproducían una y otra vez estas imágenes, alimentando un debate cada vez más caldeado sobre la incoherencia de las restricciones sanitarias tomadas por las autoridades para frenar al Covid-19.
La Policía Municipal de Madrid debió intervenir el fin de semana para detener "353 fiestas y reuniones ilegales" en domicilios, en muchas casos con participantes "sin usar mascarillas ni otras medidas de seguridad", según señaló el cuerpo de seguridad.
No hay cifras de cuántos turistas podrían haber participado en esas fiestas.
"Necesitamos más que nunca colaboración ciudadana" para denunciar los comportamientos equivocados, clamó el lunes José Manuel Franco, delegado del gobierno español en Madrid, una de las regiones de España con la más alta tasa de incidencia de Covid-19.
Al igual que las fiestas, las imágenes de turistas agolpados en las calles de Madrid, bebida en mano, aprovechando que en la capital española los bares y restaurantes pueden abrir hasta las 23:00 horas, provocan discusiones en los medios y las redes sociales.