Yakarta. Al menos 20 personas resultaron heridas en la isla indonesia de Sulawesi, después de que dos atacantes suicidas se inmolaron ante una abarrotada catedral católica donde acababa de terminar una misa del Domingo de Ramos, señaló la policía.
Un video tomado con un teléfono celular al que tuvo acceso The Associated Press mostraba restos humanos dispersos cerca de una motocicleta en llamas ante la catedral del Sagrado Corazón de Jesús, en Makassar, la capital de la provincia de Sulawesi del Sur. El país estaba en alerta luego de la detención en diciembre de Aris Sumarsono, conocido como Zulkarnaen y líder del grupo Jemaah Islamiyah.
Wilhelmus Tulak, sacerdote católico que dirigía la misa cuando explotó la bomba en torno de las 10:30 de la mañana, dijo a la prensa que un fuerte sonido asustó a su congregación, que acababa de terminar el servicio religioso que da inicio a la Semana Santa católica, que culmina con la Pascua.
La explosión se produjo cuando un primer grupo de feligreses salía de la iglesia y otros llegaban para el siguiente servicio, señaló. Los guardias de seguridad de la iglesia sospechaban de dos motociclistas que querían acceder al templo, señaló. Uno de los hombres detonó sus explosivos cerca de la puerta cuando los guardias le hicieron frente.
Las dos personas murieron en el acto, dijo más tarde la policía. Las pruebas reunidas en el lugar indicaban que una de ellas era una mujer. Los heridos eran cuatro guardias y varios fieles, añadieron.
Las autoridades investigaban si los sospechosos tenían lazos con una filial local de la ilegalizada red Jemah Islamiyah o actuaban de manera independiente.
El cuerpo antiterrorista de Indonesia, conocido como Densus 88, ha detenido en los últimos meses a unos 64 sospechosos en varias provincias, incluidos 19 el mes pasado en Makassar. Las detenciones seguían a un aviso sobre posibles ataques contra la policía y lugares de culto.
Indonesia, el país de mayoría musulmana más poblado del mundo, ha sufrido atentados desde los ataques en la isla turística de Bali que mataron a 202 personas en 2002, la mayoría extranjeros. El presidente, Joko Widodo, condenó el ataque y dijo que no tenía nada que ver con ninguna religión, ya que ninguna toleraría esa clase de violencia.
El Papa pide oraciones
Al terminal la misa del Domingo de Ramos en la Basílica de San Pedro del Vaticano, el papa Francisco pidió oraciones por las víctimas de la violencia, y mencionó en particular a los afectados por “el ataque ocurrido esta mañana en Indonesia, ante la catedral de Makassar”.