Berna. Detalles y secretos de una de las cintas más arriesgadas del actor y director británico Charles Chaplin, protagonizan la exposición homenaje a El gran dictador, en el 80 aniversario de su estreno.
Desde el museo Universo Chaplin, casa donde vivió el creador los últimos 25 años de su vida, la muestra redescubre un filme marcado por las amenazas de muerte a su protagonista, su carácter liberador, las transgresiones de la trama y curiosidades del proceso de creación.
Proyectada por primera vez en octubre de 1940, la película se gestó en un contexto económico adverso para Chaplin, bajo amenazas de muerte y marcó un punto de giro en su obra, por el mensaje audaz desde la comedia y el uso de diálogos por primera vez en su filmografía.
Abierta hasta el 29 de agosto, la exhibición cuenta con fotos inéditas de Dan James (su ayudante personal) que recrean momentos de los rodajes que no aparecen en la película, así como particularidades de la interpretación de Chaplin del barbero judío y de Adenoid Hynkel, quien dirigía la nación de Tomania.
También acoge la chaqueta original de Chaplin al encarnar a Hynkel y explica aspectos de las filmaciones como el uso de miniaturas para los tanques con heno del final de la película o las grabaciones de algunas escenas iniciales en avioneta.