Ciudad de México. Los subsidios a la iniciativa privada, derivados de la reforma energética aprobada en 2013, representan hasta ahora 471 mil 200 millones de pesos, monto con el cual “podríamos hacer 10 rondas de vacunación Covid a toda la población mexicana”, dijo Miguel Reyes, director de CFE Energía.
En la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional precisó que, de ese monto, 209 mil millones son subsidios en la diferencia entre compra a grandes empresas y venta a usuarios.
Además, 60 mil 200 millones son apoyos gubernamentales por no despacho de centrales privadas, 29 mil millones por la transmisión, 21 mil por respaldo, 52 mil 500 por tarifa creciente en la venta de energía a la empresa pública, 88 mil millones de “riesgo cambiario” y 11 mil 500 de “riesgo inflacionario.
En una contrarréplica a empresas, difundió detalles de los subsidios que reciben compañías como Iberdrola, Bimbo, Walmart y Oxxo, que tan sólo en 2020 representaron –por no pagar la red de transmisión a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), luego de producir energía– mil 100 millones de pesos.
Mientras un hogar paga 2.3 pesos por cada kilowatt/hora (kW h), Bimbo paga un peso, Walmart eroga 1.1 y Oxxo 1.2, indicó Reyes.
El consumo promedio de electricidad de un Oxxo es de 7 mil 807 kW h, por lo cual paga 14 mil 052 pesos, de acuerdo con datos de su propietaria, Fomento Económico Mexicano (Femsa), y el subsidio asciende a 26 mil 544 pesos, refutó la CFE, mientras otras tiendas de conveniencia (Extra, Mambo y Círculo K) pagan 24 mil 202, sin subsidios, y las de abarrotes (local en hogar, igualmente sin apoyo gubernamental) 40 mil 596 pesos.
Además, la CFE únicamente recupera 60 por ciento del costo total de energía producida por Iberdrola en el sistema eólico porque al llevarla a la población le debe poner subsidio, explicó el funcionario.
Reyes señaló que la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica aprobada por el Congreso de la Unión este año (e impugnada ante el Poder Judicial) tiene por objeto revertir los aspectos más dañinos en contra del pueblo, para atajar la privatización del sector al eliminar subsidios a grandes corporaciones “y poner piso parejo”, así como garantizar el no aumento de las tarifas de luz para la población en general.
En los elementos que afectan a la CFE, mencionó las “sociedades de autoabasto” que generan un mercado paralelo de electricidad, no sólo para autoconsumo, sino la adhesión de accionistas simulados “inscritos a esa sociedad con un peso o cinco dólares”, lo cual genera competencia desleal y presumiblemente “estructuras perversas” de trasnacionales al trasladar utilidades a otros países. En esa situación están, entre otros, 27 grandes corporativos, como Kimberly Clark, que consumen la mitad de la electricidad de poco más de 70 mil “socios”.
Además, una estructura tarifaria que subsidia con recursos públicos a esas empresas de energía, a partir del no pago de la transmisión/distribución a CFE.